Nacional
Hace 11 meses
Por: Carlos Lavore
El 90% del intercambio mercantil global se realiza a través de los mares. Menos del 0.15% de ese intercambio cuenta con bandera mexicana.
Miles de buques, sean tanques, graneleros o portacontenedores, de distintos calados, esloras y capacidades, realizan sus travesías en las aguas del mundo. Los puertos que los reciben alardean dimensiones, logística, tecnología y organización para distribuir las mercancías en el territorio. Grandes astilleros concentrados en pocas naciones proveen los buques, algunos portentosos, para esos flujos y movimientos marítimos.
México es casi ajeno a ese mundo, como si alguien, tiempo atrás, hubiera decidido que nuestra vida no incluye a los mares. Que los mares son dominio de otros y que nuestros productos y mercancías no pueden transportarse con buques propios, de bandera nacional, construidos en astilleros nacionales, saliendo y llegando por un sistema de puertos de amplia cobertura, sustentables, eficientes y tecnologizados.
Lo que ocurrió, en realidad, es que a partir de los años 80 se priorizó el comercio terrestre y se relegó el desarrollo marítimo. Se produjo una suerte de desconexión cultural con el mar, alimentada por una falta de visión política soberana que integrara flota mercante, puertos y astilleros a un proyecto nacional de desarrollo.
La flota mercante de México, compuesta por buques tanques, graneleros, portacontenedores y de carga general, representa entre el 5% y el 10% de la flota mercante de América Latina y el Caribe. Los datos son imprecisos y varían según la fuente; sin embargo, la Secretaría de Marina consignó, en agosto de 2023, 181 buques abanderados.
Comparativamente, Brasil tiene entre 450 y 600 unidades. Panamá, con bandera abierta o de conveniencia, entre 8 y 9 mil. China, la máxima potencia en esta materia, tiene aproximadamente 15 mil buques. Grecia casi 5 mil (60% de la Unión Europea). Japón, con más de 5 mil, es la flota más valiosa por sus buques para transporte de GNL.
En 2023 México destinó alrededor de 22 mil millones de dólares al pago de fletes marítimos y se estima un fuerte incremento en 2024. El país no desarrolla su propia flota mercante y es dependiente de cadenas logísticas internacionales dominadas por flotas extranjeras.
Los litorales de México tienen una extensión de 11 mil 122 km en su parte continental. De estos, 7 mil 828 km corresponden al Océano Pacífico y Golfo de California y 3 mil 294 km al Golfo de México y Mar Caribe.
Los puertos marítimos suman 103 y hay 15 terminales fuera de puerto. 62 en el Pacífico, 7 en el Mar Caribe y 48 en el Golfo de México. Todos a cargo de la Secretaría de Marina (SEMAR).
Los principales puertos sobre la costa del Pacífico están en Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Ensenada, Guaymas, Topolobampo, Mazatlán, Acapulco, Salinas Cruz, Puerto Chiapas y, sobre el Golfo de México y el Caribe, en Veracruz, Altamira, Coatzacoalcos, Tampico, Tuxpan, Dos Bocas, Progreso.
De ellos destacan, por su importancia operativa, Manzanillo, Lázaro Cárdenas y Veracruz, que se encuentran en proceso de ampliación y modernización de sus capacidades. Los puertos de Salinas Cruz y Coatzacoalcos están en un proceso similar como parte del Corredor Interoceánico. El puerto de Progreso también será intervenido y conectado al Tren Maya, según anuncio reciente.
Puerto Libertad en Sonora, requerirá de adaptación si se concreta el Proyecto Saguaro que incluye la construcción de una planta de gas natural licuado, con seria afectación a la vida en el Golfo de California, dada la actividad y el tránsito de grandes buques de transporte, por lo cual es muy resistido por comunidades y especialistas ambientales.
El volumen de mercancías que se desplaza supera la capacidad del sistema portuario en su conjunto, que muestra infraestructura insuficiente en varios puertos, tiempos de espera prolongados, procesos administrativos complejos y falta de tecnologización en varias terminales. Esto genera cuellos de botella en momentos de alta demanda y limita las posibilidades de intercambio.
Con datos que varían según la fuente puede señalarse que Brasil tiene 37 puertos públicos y 144 privados; Chile, 10 puertos públicos y 46 privados; Argentina tiene 29 puertos públicos y 71 privados; Colombia tiene 8 en el Caribe y 2 en el Pacífico; Perú, 29 puertos públicos, 27 privados y el gran puerto de Chancay recién inaugurado, con participación de China, como parte fundamental de la Nueva Ruta de la Seda en la región.
Los astilleros públicos están en manos de la Secretaría de Marina, a través de Astimar, que cuenta con seis astilleros ubicados en Tampico, Coatzacoalcos, Guaymas, Acapulco, Salina Cruz, Puerto Chiapas. Pemex tiene dos astilleros, en Ciudad del Carmen y Dos Bocas.
Hay empresas privadas dedicadas a embarcaciones menores y mantenimiento en 77 astilleros, varaderos y patios de construcción. Destacan, por su tamaño Infraestructura y Servicios Portuarios en Ensenada, por su antigüedad Hutchison Ports TNG en Veracruz y el recién inaugurado Dipensa (agosto 2024) en Progreso, Yucatán.
En el mundo hay 180 astilleros para la construcción de embarcaciones mayores. Estados Unidos tiene 7 grandes astilleros. China cuenta con 20 que construyen buques comerciales, militares y civiles, así como 140 diques secos capaces de realizar trabajos de reparación rápida. Un solo astillero chino, Jiangnan Shipyards, cerca de Shanghái, tiene más capacidad que todos los astilleros estadounidenses juntos.
La consultora especializada Clarkson Research calcula que China tiene el 55% de la cartera mundial de construcción naval, Corea tiene el 26%, Japón ocupa un distante tercer lugar.
Los astilleros mexicanos se han limitado a la construcción de embarcaciones menores, reparaciones y mantenimiento, requeridos por la Marina, Pemex, pescadores o transporte marítimo local, sin políticas públicas que aprovechen las oportunidades del sector.
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