De acuerdo con testimonios de los habitantes, cerca de 100 hectáreas de cultivos de maíz y frijol quedaron dañadas. Estos productos son esenciales para la autosuficiencia alimentaria de las familias locales.
Los animales de corral también sufrieron los estragos del frío, amaneciendo cubiertos por una fina capa de hielo, lo que ha generado preocupación entre los habitantes por posibles enfermedades. Asimismo, depósitos de agua se congelaron, complicando aún más las actividades cotidianas de la comunidad.
Los sectores más vulnerables, como niños y adultos mayores, resienten especialmente las bajas temperaturas. Por ello, los habitantes han solicitado al presidente subalterno, Zenón Flores Suárez, que gestione apoyos urgentes ante el Sistema Municipal DIF, específicamente ropa abrigadora y cobijas.
Los pobladores han hecho un llamado para recibir ayuda tanto del gobierno municipal como estatal. Mientras tanto, persiste la preocupación por el aumento de enfermedades respiratorias y la pérdida total de las cosechas.