Saltillo, Coah.- Lo que hace 55 años fue un taxi ahora es uno de los 42 autos que culminaron la Carrera Panamericana 2021.

En 1965, el Dodge Plymouth 1953 fue adquirido por la familia Rodríguez, cuando don Pablo decidió usarlo para que trabajar como taxi en la zona Centro de Torreón.

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Este vehículo fue de mi abuelo, mi abuelo era taxista y el daba servicio en este carro. Mi padre tenía 5 años cuando se hicieron del carro”, relató Eduardo Rodríguez, piloto de 29 años.

Los días de arduo trabajo no terminaron para ese auto, estasemana recorrió más de 3 mil 500 kilómetros, ahora cumpliendo un sueño, el sueño de don Félix Rodríguez, quien en su momento heredó el vehículo y quien siempre tuvo la ilusión de conducirlo en la Carrera Panamericana.

Sin embargo, la carrera en la categoría de Turismo la tuvieron que hacer sus hijos, los hermanos Rodríguez, quienes en memoria de su padre recorrieron desde Oaxaca hasta la capital de Coahuila en seis días, ya que lamentablemente don Félix murió el pasado noviembre a causa del Covid-19.

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Todo esto es un homenaje a mi padre, mi padre fue un fanático de la Carrera Panamericana, él tenía bastantes años queriendo participar, finalmente se decidió a que fuera el 2021, que es este año, en el que nosotros tuvimos que hacerlo, por que desafortunadamente en noviembre del 2020 falleció”, relató Eduardo.

Al auto amarillo brillante tenía el nombre de don Félix plasmado en la parte superior con letras negras y grandes, y a un costado la leyenda “en cada carrera tu alma sigue viva”.

El auto fue modificado, reparado y adaptado a los requerimientos que la carrera solicita para garantizar la seguridad de los pilotos y el justo desempeño en la categoría en la que participa. Alcanza una velocidad de hasta 160 kilómetros por hora y trae un motor 454 modificado.

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En esta ocasión nos recomendaron entrar en el paseo turístico por ser principiantes, ya que es muy peligroso ir con los de competencia por primera vez y nos dimos cuenta de que es verdad”, manifestó Misael Rodríguez, piloto de 23 años.

Al vehículo se le instaló el equipo de seguridad, los asientos y la jaula. Se remplazó la suspensión y aunque se trabajó para que el auto estuviera en buenas condiciones, el largo trayecto impactó en su condición y fue necesario hacer dos cambios de transmisión, pero esto no detuvo a los hermanos, ni a su equipo de apoyo, quienes finalmente cruzaron la meta.

Trece carreras 

Óscar Uribe tiene 65 años, ha participado en 13 carreras distintas, de las cuales ha ganado cinco primeros lugares en tres categorías diferentes. Este 2021 concluyeron la Carrera Panamericana entre los primeros lugares en la categoría Histórica B plus.

Su auto es un Porsche modelo 1976, al cual han dedicado tiempo y esfuerzo para que esté en las mejores condiciones.

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Porche 1976, con motor 3.8 litros original y más o menos arreglado con jaula para la seguridad para correrlo en la Panamericana y lo corremos normalmente en carreras”, detalló.

Óscar es un apasionado piloto que heredó este talento y amor por la velocidad a su hijo Alexis, quien compartió esta experiencia con él. Ambos se turnaban para conducir, se apoyaron durante los días de competencia y mantuvieron siempre los primeros lugares.

Además de ser una pasión compartida, su auto es prueba de su compromiso como familia, juntos hicieron las adecuaciones necesarias, prácticamente ellos lo armaron, por lo que aseguraron que el vehículo no tiene un precio monetario calculado y que su valor sentimental es inmenso.

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Mire que nosotros los reconstruimos, no recurrimos a ningún reparador, realmente nosotros hicimos el coche entre mi hijo y yo y hacemos muy buena pareja, él es muy bueno manejando y yo, para la mecánica, para la talacha”, relató.

Otro auto que causó sensación fue el de José Armidas, un Mini Copper modelo 2019 que logró llegar entre los primeros lugares de la carrera en la categoría de Exhibición.

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Este coche ha corrido dos veces la Carrera Panamericana, esta es su segunda vez, y la categoría en la que competimos es también contra otros Mini Cooper y contra uno que otro BMW”, describió el piloto.

Dijo que su vehículo es considerado un auto de calle, con algunos ajustes en los frenos, suspensiones y todo lo relativo a la seguridad, como la jaula. En algunas rectas el vehículo alcanzó velocidades superiores a los 225 kilómetros por hora. 

Este auto tiene un significado especial para él, ya que las modificaciones que se le han efectuado las ha hecho en colaboración con su padre, quien además es su copiloto.

Esperan que esta no sea su última participación como el gran equipo que dijo han formado, y la próxima edición puedan regresar a competir. Originarios de la Ciudad de México, concluyeron orgullosos de su desempeño y del respaldo que les dio en todo momento su vehículo.

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La carrera fue muy intensa, muy dura, cruzamos 4 mil kilómetros y terminamos aquí en el hermoso Saltillo, una etapa muy difícil, muy patinosa y con mucho calor, pero felices de estar aquí”, señaló.