Ciudad de México.- En lo que fue el vigésimo noveno del festejo de abono de la presente Feria de San Isidro 2017, se alzó como el gran triunfador el joven matador salmantino Juan del Álamo al cortar una oreja a cada toro de su lote, mientras que Manuel Jesús “El Cid” estuvo por demás esforzado y con actitud; mientras que el diestro aguascalentense Joselito Adame no tuvo materia prima para alcanzar el triunfo esperado.

Con dos tercios de entrada en la Plaza “Las Ventas” de Madrid se jugaron cinco toros de Alcurrucén correctos de presentación que hicieron segundo, descastado, deslucido terminando rajado; tercero con clase, nobleza y fijeza; cuarto muy fijo emotivo con transmisión palmas en el arrastre; quinto deslucido y soso; sexto un tanto reservón pero con cierta transmisión. Así como también salió uno de El Cortijillo que hizo primero mansurrón, deslucido tirando en todo momento el tornillazo.

MANUEL JESÚS “EL CID” (Azul Marino y Oro)

“Coplero” de El Cortijillo número 35 con 546 kilos, fue su primero, con el que abrevió con capa al defenderse el burel que cumplió a medias en varas. Quite voluntarioso de Joselito Adame por verónicas a pies juntos. El sevillano poco pudo hace ante un toro incomodo que tiraba el derrote en el último tiempo del muletazo, sin embargo le robó meritorios pases. Estocada contraria retirándose en silencio.

“Antequerano” número 101 con 506 kilos tuvo movilidad y lo recibió a la verónica abriendo compás. Tomando su turno, Joselito quitó por ajustadas gaoneras, cayendo a la arena, incorporándose para terminar su turno. Teniendo un toro emotivo, “El Cid” corrió la mano por ambos pitones, sacando pases largos y templados. Faena talentosa con firmeza misma que terminó de pinchazo y estocada entera para escuchar ovación que agradeció en el tercio.

JOSELITO ADAME (VERDE HOJA Y ORO)

Con “Listillo”, herrado a fuego con el número 189 con un peso de 521 kilos, primero de su lote, nada pudo hacer de capa. Quite corto y ajustado por gaoneras de Juan del Álamo en su turno. Por su parte los subalternos de pie Miguel Martín y Fernando Sánchez, tras parear con lucimiento el segundo tercio se

desmonteraron. Ante un vientecillo inició por alto Joselito quien en la primera serie en cuanto le bajó el engaño perdió las manos el astado. Al ver esto lo toreó a media altura, sacando series donde corrió la mano por el derecho ante las deslucidas y descastadas embestidas. Por el izquierdo extrajo naturales sin poder ligar al salirse del engaño el colorado que se refugió en tablas dejando ver su mansedumbre. Dos pinchazos, otro hondo, tres golpes de descabello, para un aviso y silencio.

Con su segundo número 101 “Afectísimo” con 527 kilos, abrevió con capa y lances para fijarlo. Quitó por verónicas de manera breve Juan del Álamo. Realizado su brindis, el diestro acalitano por alto fue la manera de comenzar su trasteo ante un desentendido y deslucido astado que llevó la cabeza a media altura. Conforme fue pasado su trasteo sacó pases con más voluntad que lucimiento, sin alcanzar la rotundidad deseada ante el soso astado. Estocada poca delantera, dos pinchazos y estocada atravesada recibiendo un aviso y el silencio.

JUAN DEL ÁLAMO (Blanco y Plata)

A “Licenciado” marcado con el número 182 y 551 kilos, verónicas jugando los brazos cerrando con media pinturera. Visiblemente acalambrado de la pata derecha una vez de ser picado, recargó en el segundo

puyazo. Por bajo rodilla en tierra con torería comenzó su lucida y entendida faena, misma que logró ante un toro que tuvo clase y nobleza, sacando pases templados y ligados por ambos lados, rematando sus tandas con pases cambiados de mano por delante y largos pases de pecho. Estocada entera vendiendo cara su vida el bravo toro en los medios para oreja, teniendo fuerte petición de la segunda que inexplicadamente el presidente no le concedió.

Con el cierra plaza “Bocineto” número 174 con 550 kilos, nuevamente bien con capa a la verónica. Ante otro toro con transmisión estuvo en ese mismo tenor de entrega y torería haciendo una faena por demás meritoria por ambos pitones que tuvo calado en los tendidos. Se fue tras la espada dejando una estocada poco caída para fuerte petición de oreja que le fue otorgada y con ello tener las llaves para abrir la ‘Puerta Grande” y salir a hombros del coso venteño, tocando el cielo. ([email protected]).

POR: FRANCISCO VARGAS M.