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Coahuila

La verdad del Día de la madre

Por Otto Schober

Hace 2 años

Poco se habla de que el Día de las Madres en México, se instituyó para tratar de contrarrestar la demanda de mujeres yucatecas para regular su natalidad y dar a la infancia educación sexual. Así, el 10 de mayo de 1922, el periódico Excélsior dedicó su primera plana a exaltar el trabajo doméstico junto con el cuidado que las mujeres deben darle a los hijos, pero omite mencionar su creciente participación en el trabajo remunerado. Como es claro, el Día de la Madre tiene sus orígenes en la reacción conservadora que tuvo como portavoz al diario capitalino, invirtiendo el papel activo y participativo que el socialismo del sudeste proponía para las mujeres en la esfera pública. Al idealizar el amor materno como algo natural de las mujeres y consagrar su pasividad, se limitó considerablemente su participación a la vida privada. 

A casi 9 décadas de la primera celebración del 10 de mayo, la educación sexual parcialmente se ha logrado en los libros de texto y la aprobación del uso de anticonceptivos en 1974, permitió que las mujeres pudieran decidir sobre el número de hijos que desean. En Estados Unidos, lo celebran el día de la madre cada segundo domingo de mayo, como lo hacen otros países, para enaltecer la maternidad y fomentar el consumismo, que también esta presente en México, donde se ha logrado que a ellas les encante el 10 de mayo, los regalos que reciben, obsequios que, en muchos de los casos, ni le faltan y ni los usará, pero coinciden, en que no esperan un regalo para sentirse felices, bastándoles la sola presencia de sus hijos, unidos y en armonía. Recordar no sólo a las madres biológicas, sino a las de crianza, porque a pesar de no haber sido favorecidas por el don de la maternidad, han dado quizás más amor y comprensión que las mismas madres biológicas, cuando ellas no tenían ninguna obligación de hacerlo, sólo su conciencia y cumplir con el compromiso de criar hijos que no lo eran. 

La madre política, tan criticada y llamada despectivamente suegra, es en muchas de las ocasiones una segunda madre, con el objetivo de que, si trató bien al esposo de la hija o a la esposa de su hijo, ellos los tratarán también de la mejor manera. Muchas de estas madres políticas se han hecho querer y hoy también las recordamos. Quienes no tenemos la dicha de disfrutar el amor, las caricias, los consejos y regaños de una madre, hoy valoramos lo mucho que nos hacen falta, se nos adelantaron tomando el camino sin regreso. El 10 de mayo en México, se ha transformado en un homenaje al amor materno cubierto con el velo del consumismo, en un día en donde se mezclan la alegría con la tristeza, pero coincidimos en el amor profundo que sentimos por ella. Ojalá que este sentimiento no aflore cada 10 de mayo, sino todos los días del año.

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