Surgió con el caso de Olimpia Coral Melo, quien tuvo que enfrentar uno de los momentos más difíciles en su vida a escasos 18 años de edad, cuando sin previo aviso escuchó por primera vez un apodo que jamás olvidaría. 

La gordibuena de Huachinango le decían, hacia el año 2012, cuando siendo ella estudiante de preparatoria, alumna destacada, representante de su entidad en concursos internacionales de oratoria y debate todo cambió, al acceder grabar un video íntimo con su pareja que fue subido desde su celular a grupos y páginas pornográficas de internet.

Viralizado que fue el video, víctima de burlas, acoso y extorsiones, la imagen de Olimpia fue explotada en páginas como scort y prostituta, incluso a nivel mundial, por ello, sintiéndose acorralada trató de suicidarse 3 veces.

Recompuesta, se convirtió en activista y en 2014 fundó el Frente Nacional para la Sororidad, asociación que busca la erradicación y prevención de la violencia digital; desde entonces participa activamente para cambiar la legislación en el país, dado que, cuando acudió ante la autoridad a denunciar su situación, se topó con que no había delito que perseguir ni mucho menos sanción para su agresor, además, fue revictimizada y estigmatizada.

Así surgió la Ley Olimpia, texto redactado por la propia activista que propone crear el tipo penal que sancione la violencia digital, con la esperanza de que cada legislatura la acoja trayendo beneficios a todos los mexicanos.

Esta apuesta por lograr un cambio verdadero hoy se ve cristalizado, pues en nuestro Estado se encuentra tipificado el delito en el artículo 236 fracción III, del Código Penal del Estado de Coahuila de Zaragoza; el cual señala, sobre la violación a la intimidad sexual que: “Se impondrá de tres a seis años de prisión y multa de mil a dos mil unidades de medida y actualización, a quién con el fin de causar daño o la obtención de un beneficio sexual, por cualquier medio, divulgue, comparta, distribuya, compile, comercialice, solicite y/o publique o amenace con publicar imágenes, audios o videos de una persona desnuda parcial o totalmente, de contenido íntimo, erótico o sexual, ya sea impreso, grabado o digital, sin el consentimiento de la víctima.” 

Penas que se aumentarán hasta en una mitad del máximo de la pena antes indicada, si concurren agravantes previstas en él mismo artículo, todo lo anterior para sancionar a quien cometa violencia digital.

Por otro lado, el Cenado de la República, aprobó la reforma a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, además de que, también se reformó el Código Penal Federal para castigar la violencia digital. 

Lo que busca evitar que se sigan vulnerando la integridad, privacidad, intimidad y derechos humanos de las personas, pero especialmente de las mujeres.

¿Cómo saber de qué trata?, ¿Qué es violencia digital?, son reflexiones que debemos hacernos, palabras como sexting, sextorción, ciberacoso, y packs deben ser abordadas, para reconocer, evitar y prevenir la violencia y trata digital.

Pasar un pack se refiere a la obtención y difusión de imágenes o videos de carácter sexual, con o sin consentimiento de la víctima, el hecho de difundirlo es violatorio de derechos humanos.

La dichosa palabra cobra relevancia cada 8 de marzo, cuando mediante marchas, matas y manifestaciones se evidencia la violencia de género sufrida por las mujeres de quienes se han compartido los packs; al respecto siento tristeza y frustración, sin embargo no perdamos de vista que es un problema social latente, que no se ha extinguido y que debe ser atacado con toda dureza.

A la víctima de violencia siempre se le hace creer que es su culpa cuando no la tiene, un violentador ejerce violencia sobre la víctima, no seas parte de esa cadena viciosa, no difundas, no des like, no compartas y no guardes imágenes de otra persona sin su consentimiento. Todos somos iguales y merecemos el mismo respeto, cero tolerancia a la violencia de género.