Saltillo
Por Grupo Zócalo
Publicado el sábado, 21 de mayo del 2022 a las 04:00
Saltillo,Coah.- El fuego no les ha dado tregua, el cansancio se percibe en los ojos de los brigadistas y en sus cuerpos encorvados, tras luchar por más de ocho horas continuas contra los incendios forestales.
Con los pies ampollados, con hambre y sed, bajó de la sierra Valente Díaz, tras un arduo día de combate.
Desde hace dos días no ve a su familia por estar apoyando en las labores de combate, en el rancho El Mimbre de Parras de la Fuente.
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Ha sido difícil, la verdad; no hemos tenido tiempo de volver a nuestras casas aquí a General Cepeda. Ya tenemos dos días que no volvemos. Esperemos que esto ya acabe para regresar con nuestras familias”, manifestó.
A su lado, otra decena de brigadistas trabajan en las brechas cortafuego, para evitar que las llamas continúen avanzando, todos ellos han entregado hasta la última pizca de energía en el combate, pero ya están cansados.
El viernes, las condiciones climáticas los obligaron a descender, el viento alcanzó los 50 kilómetros por hora, levantando a su paso altas columnas de fuego. Además del cansancio, el peligro los acecha.
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De la fregada, porque se viene la llama y hay que correr y se puede apagar sí, si no para correr. Me dio miedo, si me quedo parado llega la llama y me levanta”, exclamó Fernando Urbina, voluntario.
Fernando tiene tres días tratando de apagar el incendio, que ya consumió más de 200 hectáreas de arbolado adulto, matorrales y pastizales. Él es originario de San Antonio de las Cabras, una de las comunidades más cercanas a las llamas.
También de su ejido, apoya don Enrique Llamas, quien decidió renunciar a sus vacaciones para sumarse a las labores de control y liquidación del incendio.
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Pedí cinco días de vacaciones en mi trabajo para apoyar aquí, gracias a Dios y a ellos aquí ando. Sí me dieron oportunidad, de vacaciones, pero aquí andamos” aseguró.
El trabajo ha sido difícil, pero no se han rendido y aunque los pronósticos no eran buenos, la esperanza volvió al ver el avión DC-10 que realizó varias descargas en la sierra ardiendo.
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Cuando la sierra tiene más pendientes es más difícil para nosotros hacer liquidación y retener el incendio, porque se rueda más material, más sotol, más palmas y es más difícil la liquidación”, señaló José Reyna Gaona, coordinador del combate.
Para él y para su equipo este es el segundo incendio que combaten, en esta semana. Hace unos días estuvieron en Huachichil, donde por más de 12 días pelearon contra el fuego.
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Ya sabemos que ahorita podemos estar aquí y mañana en Saltillo y de ahí Ciudad Acuña o a Cuatro Ciénegas, donde nos toque, vamos a todo el estado” precisó.
Aunque sus cuerpos terminaron agotados por las labores arduas, el calor del fuego y el clima adverso, saben que mañana será otro día y al igual que hoy continuarán luchando.
‘Son unos héroes’
Francisco Miguel Aguirre es dueño del rancho La Coyotera, que le da el nombre a este paraje, ubicado al norponiente de El Tunal.
Prestó las instalaciones del rancho para que se estableciera el campamento de los brigadistas, a quienes ha empezado a conocer, y sobre todo a respetar.
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Pude estar con ellos prácticamente toda la semana, y lo que pude ver es la entrega que tienen, el valor que tienen.
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Hubo un incendio dentro del mismo incendio muy explosivo, y prácticamente agarró allá arriba a 50 o 60 personas y salvaron la vida de puro milagro, de hecho había perdidos y luego hallaron a los 14 brigadistas que salieron corriendo del bosque, todos arañados, quemados los zapatos, bastante feo, muy cerca, y se les perdió uno que duró como tres horas perdido, pero finalmente logró salvarse”.
Aguirre dijo que la disciplina que tienen los brigadistas en cuanto a la organización, lo que les permite en momentos difíciles salir adelante.
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Son unos héroes. Me llama mucho la atención la cadena de mandos, aquí nadie se mueve sin que nadie le diga que se mueva, o se tienen que mover a donde les digan, cuidando siempre la integridad de los brigadistas”.
Dijo que a lo largo de estos días han llegado voluntarios que quieren sumarse al combate, pero les niegan el acceso.
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Ahora entiendo por qué no, todos esos se hubieran muerto en eso que les platico que ocurrió hace unos días”, recalcó.
Para don Anselmo, ser brigadista es más que una simple vocación. Se requiere el conocimiento, la experiencia y el valor para enfrentarse cara a cara con el fuego, ese enemigo sin rostro, que en un instante se convierte en el dragón de mil cabezas que todo lo devora y todo lo consume.
Anselmo Gaona, cuyo nombre bien pudiera ser el título de un corrido, es oriundo del ejido Piedra Blanca, y tiene 11 años combatiendo incendios. Su conocimiento del terreno y del comportamiento de los elementos es lo que le ha valido ser jefe de brigada.
Hace dos días, medio centenar de brigadistas trabajaban afanosamente para combatir el incendio en La Coyotera, rancho que se encuentra cerca del poblado El Tunal, en Arteaga, cuando el fuego los rodeó, dejándolos atrapados.
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Hace tres días nos dio un susto a todos los brigadistas, porque el fuego subió al cañón de Copetonas, y subió muy rápido, en cosa de 20 minutos ya estaba en el filo de la sierra, y empezó a evacuarse a la gente, ya mero no alcanzaba a salirse”, relata el viejo Anselmo.
Uno de sus compañeros quedó atrapado, y se les perdió por tres horas.
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Quedó uno, dice que él se salvó en una cueva, pasó la lumbre y luego ya salió, pero llegó todo quemado; él ya no quiso subir a la sierra, porque sí se asustó mucho”.
La mayoría de ellos volvió al siguiente día para seguir trabajando en la contención del fuego.
Suspenden clases
A pesar que se suspendieron las clases en el kínder y la primaria de la colonia Lomas del Refugio para proteger a los niños por la contingencia ambiental generada por el incendio en el Cañón de San Lorenzo, los padres de familia aprovecharon esto para pasear en el mercado sobre ruedas que se instala en ese sector.
Para los habitantes de dicho sector la contingencia ya pasó, las personas salieron a la calle el viernes realizando sus actividades normales, a pesar que la Secretaría de Medio Ambiente recomendó que se mantuvieran en sus hogares.
Otras escuelas en la ciudad también reportaron la suspensión de clases en modalidad presencial como la Anexa a la Normal, escuela primaria Venustiano Carranza y José García Rodríguez, en la Zona Centro, así como la escuela primaria 5, ubicada en Las Teresitas.
Caída de ceniza
La caída de ceniza y el humo ocasionado por el incendio en el Cañón de San Lorenzo está dejando secuelas en la salud de los habitantes en las colonias aledañas, lugares a donde este viernes llegaron brigadas de la Secretaría de Salud.
El personal de la dependencia estatal tocó en cada una de las casas ubicadas sobre la falda de la sierra, a fin de invitar a las familias a tomar precauciones y a atenderse con los médicos que instalaron un módulo de atención en la colonia Nuevo Teresitas.
María Martínez, ama de casas que vive a escasos metros de la entrada al cañón, comentó que ella y su familia sí han presentado algunas molestias a lo largo de esta semana.
Módulo itinerante
Médicos y personal de enfermería de la Secretaría de Salud estatal colocaron módulos itinerantes en plazas de las colonias Teresitas y Nuevo Teresitas, donde revisaron de manera gratuita a adultos, jóvenes y menores, siendo principalmente los niños y niñas, quienes han presentado más síntomas.
Jesús González, médico encargado del módulo que se colocó entre las calles Huachichiles y Cañón de Derramadero, dijo que entre los síntomas que ha reportado la ciudadanía están irritaciones en la piel, ojos y garganta, además de congestión nasal.
Las brigadas han atendido hasta el momento a cerca de 50 personas que han presentado síntomas leves y también llegarán a otras colonias como Lomas del Refugio.
Mal necesario
Para el experto en riesgos de incendios forestales, Andrés Najera Díaz, “la sierra de Zapalinamé es un ecosistema que requiere del fuego cada 30 o 50 años, para conservación y regeneración tanto de sus plantas como animales, y es algo que debemos entender como sociedad”.
El también maestro investigador de la UAAAN sostuvo que los ecosistemas áridos son mucho más agrestes, por lo que requieren del fuego cada determinado tiempo para su misma conservación y regeneración.
Dijo que los incendios forestales son como los huracanes, “donde el nivel 5 es el más fuerte y grave, y en este caso en los incendios el más grave es nivel 2, y el incendio del Cañón de San Lorenzo es nivel 1, de alta complejidad, y no cualquier persona puede afrontar dicho combate.
Con información de Diana Rodríguez, Ernesto Acosta Sosa, Jesús Castro, Luis Durón, Jesús Jiménez y Carlos Rodríguez
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