Saltillo, Coah.- “Es como un ministerio, casi una consagración; Se requiere disciplina, constancia y estudio perpetuo”, afirma el pianista de la Orquesta Filarmónica del Desierto y Director de la Compañía de Opera de Saltillo.

“La música es como un ministerio, es casi una consagración, vamos a compararlo con la vida monástica, y requiere de una disciplina y de una constancia, de hacer votos de estudio perpetuo, porque uno nunca deja de estudiar, y esa ha sido mi vida desde que tenía 14 años y decidí ser pianista e irme por esta bella y satisfactoria profesión” afirma el Maestro Alejandro Reyes Valdés, pianista saltillense de exitosa y trascendente trayectoria.

Entrevistado en el segmento ‘Maestros que dejan Huella’ del noticiario ‘Despega con Chuchuy’ de TELE SALTILLO, el también pianista titular de la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila y Director Artístico de la Compañía de Opera de Saltillo, nos compartió muy diferentes aspectos de su vasta carrera, pero también interesantes puntos de vista sobre la gran pasión de su vida: la música.

“LA VIDA ME EMPUJÓ”

“Llegué a la música de la manera más natural, yo no busqué estar ahí, la vida me empujó, y es que fueron tantas las influencias, la familia me empujó, en mi casa siempre se escuchaba música variadísima, desde Pedro Infante y El Piporro, hasta valses de Strauss, todo era magia”, comparte con gran satisfacción el entrevistado, quien explica que ese gusto se acentuó durante su educación media.

“Esa magia se incrementó cuando estudié en la Secundaría Federal No. 2, con los maestros Vicente y Graciano, amantes de la música, y aunque en Saltillo siempre era costumbre la música de rondalla, ellos fueron mucho más plurales, y ahí tomé el acordeón, y me desarrollé muy rápido porque en poco tiempo me invitaron a un grupo musical”, relata el entrevistado.

Comparte que cuando entró a preparatoria, por las mañanas iba al Ateneo Fuente, y por las tardes cursaba música en la Escuela Superior de Música, de la que fue alumno apenas a los 14 años, y hasta ahí tenía la idea de escoger la carrera de Matemáticas, incluso realizó dos semestres, y sentía un gran gusto y un gran placer por los números, pero así como era un gran placer resolver un teorema, “también lo era tocar al piano un estudio de Chopin, y enseguida sentir la respuesta del público y eso es algo que arropa, que se vuelve adictivo, y fue cuando dije ‘me voy por la música’

Su primer concierto

“Fue el 11 de abril de 1997 en el Ateneo Fuente, tenía 16 años, y presente un concierto integro de mis composiciones, lo disfruté tanto, y a la vez que fue retador, también fue muy satisfactorio, porque estaba en mi casa, en mi escuela y el Paraninfo, me encanté y apenas pulsaba un tecla y la respuesta del piano era deliciosa; Esa ocasión mi hermana Dalia fue la ‘Maestra de Ceremonias’, pero entre el público se encontraba el Maestro Luis Díaz Durán, y me preocupa su crítica, su oído, y al saber que estaba ahí se me fue la sangre a los talones”.

“Estamos hablando de mi maestro de mi Maestro de Historia y Apreciación Musical”, y uno de los grandes maestros de música que ha tenido Saltillo, entonces fue un concierto que disfruté muchísimo, y sí me puse en el aparador, porque me gustaba mucho que me vieran tocar, que me escucharan, que apreciaran mi trabajo.

Su primer ‘Bellas Artes’

Alejandro también ha tocado en el máximo escenario del arte en nuestro país, el Teatro del Palacio de Bellas Artes, de la Ciudad de México, “me tocó compartiendo con la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila, e interpretando un ‘Maximiliano y Carlota’ y que lleva un exquisito solo para piano, y con el compromiso que el compositor, Arturo Rodríguez, estaba en el público; Fue una gran satisfacción, un gran teatro, de bellísima sonoridad y con un piano lindísimo; Imagínate estar en el escenario donde se han presentado los más grandes músicos mexicanos, y los más grandes del mundo que han venido a México, desde Stefano hasta Guadalupe Parrondo, mi Maestra, y decir ‘ahora estoy yo’, simplemente algo maravilloso”.

Seguir creciendo

Sobre lo que viene para el 2024, Alejandro nos adelante “Seguir creciendo con el proyecto de la Compañía de Opera de Saltillo, es lo que mantiene actualmente ocupado, pensando en cual será el siguiente paso, tenemos que crecer, tanto artística como administrativamente; Este mes viajamos a Torreón para cantar la 9ª Sinfonía de Bethoveen con la Camerata de Coahuila’, en marzo tenemos concierto con la Filarmónica del Desierto y también tendremos Gala de Aniversario, y tendremos Opera de Cámara, presentaremos ‘La Serva Padrona’ y ‘La Boheme’ de Puccini”.

“Es lo que viene para la compañía y para mí, y también estoy trabajando en Chopin, preparando un repertorio de nocturnos, un recital ‘Elogio de la Melancolía”, anticipo el destacado maestro de música, pianista y director saltillense, Alejandro Reyes Valdés.

¿Quién es Alejandro Reyes Valdés?

Pianista, director y coach operístico saltillense, con más de veinte años de trayectoria profesional. Actualmente es director de la Compañía de Ópera de Saltillo, así como pianista principal de la Orquesta Filarmónica del Desierto.

Ha sido solista de la Camerata de Coahuila, de la Orquesta Sinfónica de Nuevo León y la Orquesta Sinfónica de Hidalgo. Ha actuado en los principales teatros del País, destacando el Palacio de Bellas Artes y el Teatro Juárez de Guanajuato. Asimismo, ha participado en los festivales artísticos más importantes de México, como el Festival Internacional Cervantino y el Festival Alfonso Ortiz Tirado.

Fue pianista y preparador vocal del Taller de Ópera de Sinaloa. De la misma manera, se ha presentado en Cuba y Costa Rica.

Además ha preparado y dirigido más de una veintena de óperas. En 2018 fue nominado junto a la soprano saltillense Alejandra López a los premios de las Lunas del Auditorio.

Se formó como pianista en la Escuela Superior de Música de la Universidad Autónoma Coahuila, bajo la batuta del maestro Gerardo González, para continuar su perfeccionamiento en el piano y en la dirección operística con Guadalupe Parrondo, Teresa Rodríguez y Enrique Patrón de Rueda, por mencionar algunos de sus maestros.

Fundador de Vox Amoris, proyecto vocal que ha devenido en la Compañía de Ópera de Saltillo. Su actividad como formador se remonta a hace más de veinte años. Divulgador de la música en sus aspectos práctico, histórico, filosófico y científico, faceta en la que destacan la creación del programa radiofónico ‘Ópera sin Anestesia’ de Radio Concierto; la escritura de la columna “Ricercare” en un periódico local, así como seminarios y cursos para la Universidad Autónoma de Coahuila.