Ciudad de México.- Aaron Rodgers exhaló y midió con cuatro dedos de su mano la cantidad de tequila que sirvió para que su ardiente textura arrancara el amargo sabor que dejó la decisión de su directiva cuando en el Draft de 2020 eligieron a Jordan Love. La relación del prodigioso quarterback y Gren Bay se desgastó con la rapidez con la que los árboles quedan marchitos.

A-Rod podría protagonizar la calca de la novela que vivió Peyton Manning cuando salió de los Potros. El pasador de 37 años habría comunicado el mismo día del pasado Draft sus intenciones por salir del equipo y desde entonces, varias escuadras han mostrado interés por él, especialmente Broncos, cuya fórmula de llevar a sus filas a un mariscal de élite como pasó con Manning en 2012.

El gerente general de los Cabezas de Queso Brian Gutekunst ya ha dicho que el equipo no planea cambiar a su mariscal de campo estelar. Pero ante la negativa de Rodgers, Denver se asoma como el lugar más propicio para su desembarque, un lugar intrigante para el veterano toda vez que el equipo de los equinos tuvo solo 5-11 la temporada pasada y se encuentra en una División Oeste de la AFC en la que los Chiefs de Patrick Mahomes gobiernan a placer.

Round 2. ❤️ https://t.co/6TeXYwD4eq

— Aaron Rodgers (@AaronRodgers12) April 20, 2021