Nacional
Publicado el lunes, 14 de julio del 2025 a las 21:12
Ciudad de México.- La reconocida periodista Lydia Cacho ha alzado la voz para reprochar al Poder Judicial la absolución de Juan Sánchez Moreno, ex comandante de la antigua Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Puebla, a quien señala como uno de sus presuntos torturadores. Esta reacción surge tras la decisión de un Tribunal Federal el pasado 7 de julio, determinó que “no existe alguna prueba” que demuestre la participación de Sánchez Moreno en el delito de tortura contra Cacho.
Este lunes 14 de julio, Lydia Cacho recordó los hechos ocurridos en 2005, cuando, según su versión, el empresario Kamel Nacif planeó telefónicamente una “conjura judicial” con su operador en la PGJ de Puebla.
” Juntos concertaron mi secuestro, amenazas y tortura con el comandante de la policía de Puebla Juan Sánchez Moreno”, declaró Cacho. “El plan, como quedó plenamente demostrado ante los juzgados, consistía en asignar a dos policías judiciales que se harían cargo de mi tortura directa y del traslado desde Cancún a la cárcel de Puebla donde organizaron mi violación”.
La periodista enfatizó que el objetivo último de estos actos era silenciarla para favorecer la defensa legal de los líderes de la red de explotación sexual comercial infantil y trata de personas, a quienes ella había expuesto y que en ese momento ya eran perseguidos por la justicia.
Con indignación, Cacho sentenció:
” Al denunciar la corrupción de jueces y magistradas demostramos que las y los jueces del Tercer Tribunal Colegiado que eliminaron esta sentencia por tortura son partícipes de los mismos delitos que denuncié originalmente”.
Lydia Cacho, quien reside fuera de México por motivos de seguridad, descartó un posible retorno al país.
” Llevamos veinte años demostrando cómo funciona el aprovechamiento concertado de los aparatos de poder a cambio de fuertes sumas de dinero, de bienes materiales y puestos de elección popular como premio por poner al sistema de justicia al servicio de las redes criminales”, agregó.
Concluyó su pronunciamiento con una contundente frase:
” Las periodistas muertas no pueden testificar contra las y los servidores públicos que van de la mano de grupos de la delincuencia organizada”.
La detención de Lydia Cacho ocurrió el 16 de diciembre de 2005, cuando fue aprehendida por elementos de la Policía Judicial de Puebla en Cancún, Quintana Roo, y trasladada por vía terrestre a la capital poblana.
Durante este trayecto, la periodista fue torturada por al menos 23 horas, sufriendo violencia psicológica que posteriormente sería comprobada. Días después, el 23 de diciembre de ese mismo año, la juez Rosa Celia Pérez Camacho dictó auto de formal prisión contra Lydia Cacho por los delitos de difamación y calumnia, a raíz de la publicación de su libro que denunciaba redes de pederastia y corrupción.
Este caso ha sido un símbolo de la lucha por la libertad de expresión y la justicia en México, y la reciente absolución de Sánchez Moreno reaviva el debate sobre la impunidad y la protección a periodistas.
Con información de MILENIO
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