Sinaloa.- “El mito sobre Malverde sigue funcionando, y es importante, y al funcionar se convierte en una realidad subjetiva”, expuso el historiador y director del Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa Gilberto López Alanís, durante la conferencia “Jesús Malverde. Realidad y leyenda”, que ofreció en línea durante el programa UniversArte de la UAS, que conduce Fernando Mejía.

El historiador agregó que “este personaje de Culiacán es una deidad de fácil acceso, que no tiene intermediarios, tú hablas con él, o haces la súplica o agradecimiento. Resuelve problemas reales cotidianos a una feligresía que lo necesita, así se cumplen las dos cosas: el mito y la realidad.

Es una construcción popular y aquí la inventamos, ante lo inexplicable esto es una forma de lo verosímil”, abundó durante la transmisión a través de redes sociales de la UAS.

Originalidad sinaloense

“Jesús Malverde es una originalidad sinaloense por eso tiene muchos seguidores, y lo quieren hacer marca, pero Malverde sigue siendo nuestro”, expone López Alanís.

Explicó que Malverde surge de los acontecimiento históricos de finales del porfiriato, cuando se manifiesta enemigo acérrimo del gobernador Francisco Cañedo, quien lo persigue y logra colgarlo de un árbol, y no permitió su entierro. Y con Malverde se da el primer monumento popular de Culiacán.

Evidencias

Dio a conocer que en el Archivo Notarial se descubrió un documento de cómo mataron a Malverde y se cobró la recompensa, se relata cómo fue perseguido y le dieron muerte a balazos, y es validado en el libro de 200 actas con su numeración y firma autentificada, el documento es real.

También reveló que en los libros del Registro Civil (1861 a 1919) se encontró un manuscrito del acta del nacimiento del niño Jesús Malverde en mayo de 1888, año en que murió Heraclio Bernal y se registra en Paredones, cuya madre es Guadalupe Malverde, y no aparece el padre. Por eso Malverde está entre el mito y la realidad. Malverde hace o cumple peticiones en la felicidad y el sufrimiento. Es una construcción social y popular y su imagen alcanza notoriedad a través de los cánones de la literatura, el diseño, el cine, música, artesanías.

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Es una figura que ya trascendió y se anda moviendo por el mundo, no nos debemos de dejar de quitar esa figura porque es nuestra”. Una figura que se afianzó en el fenómeno narco durante la Operación Cóndor en los años 70 y 80, cuando hubo una gran abatida de narcotraficantes, muy cruel, y ese fue el punto de inflexión, explica.

Una identidad profunda

Los niveles alcanzados de Malverde como ícono es parte de una identidad profunda, tiene ese rango el personaje, soporta, tiene altibajos, pero sigue ahí, está en el sentido de la cotidianidad, que es lo que va armando la identidad de los pueblos, la cotidianidad arma la tradición, expone. Y esa tradición y costumbre se reproduce en las familias.

Con información de El Debate.