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Coahuila

Ni luz del mundo ni farol de la calle

Por Cholyn Garza

Hace 1 año

No deja de sorprenderme la sentencia que un juez ha dictado a un violador: 16 años y 8 meses de prisión por el hecho de haber violado a tres menores.  Sentencia que por supuesto, no se cumplirá ya que “por buena conducta” se verá reducida.  Cuando mucho ese individuo estaría en la cárcel unos 10 años, lo que constituye una verdadera burla para las víctimas.

Una burla sí, para las víctimas y sus familias, para la sociedad misma que día a día conoce de casos de agresión sexual en contra de menores de edad.  Niños que quedan con el daño físico, pero también con una lesión muy grave en su corazón.

Un daño imborrable que no lo cura el tiempo, ni la distancia.

¿Así de mal estamos como humanidad? Me he preguntado cada vez que aparecen casos donde participan individuos que abusan de menores de edad.  ¿Qué satisfacción pueden tener si dañan a una personita indefensa? ¿Qué clase de ser humano es quien se atreve a tocar y a destrozar una vida?

Más deplorable e inaceptable es que quien comete un acto abominable en contra de un ser humano, se atreva a predicar la palabra de Dios.  

Naasón Joaquín García, líder de la iglesia “La luz del mundo” fundada en la ciudad de Monterrey un 6 de abril de 1926 y cuya sede central está en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, es el individuo, farsante por supuesto que utilizaba su investidura religiosa para dar rienda suelta a sus bajos instintos y abusar de menores de edad.

Despreciable sujeto que inexplicablemente fue homenajeado en el Palacio de Bellas Artes por un grupo de seguidores y a donde llegaron vestidos de “fifis” la nueva ola de políticos en el poder.

Por si no lo recuerda usted, funcionarios del nuevo régimen, llegaron al máximo recinto dedicado a la Cultura y las Bellas Artes del país, para el homenaje a un individuo llamado Naasón Joaquín García. Reconocimiento, agradecimiento o lo que haya sido, hoy vemos que era innecesario, inmerecido y por siempre repudiado.

¿Qué le agradecía el Movimiento, partido político que recién asumía el poder, así como seguidores a un individuo impresentable? Acaso ¿No conocían su historial crediticio? Permítanme dudarlo. Considero que lo que quizás sucede es que en la lucha por el poder solo importa llegar sin detenerse a mirar de dónde o cómo llegan los recursos.

Muy pronto, se descubriría el velo que ocultaban hechos verdaderamente inaceptables: violaciones y abuso a menores de edad.

Difícil creer que nadie se daba cuenta o al menos existía sospecha de lo que sucedía al interior de los muros de la iglesia denominada La luz del mundo.

Las complicidades existen, por supuesto que sí, en todo.  El silencio de unos contribuye a la destrucción de otros, de víctimas inocentes de la maldad de individuos pervertidos que se amparan, como en el caso de Naasón Joaquín, en una religión.

No se explica que seguidores de un individuo o de un grupo religioso en apariencia, hayan guardado silencio tanto tiempo. Un silencio cómplice que ha causado muchísimo daño.

¿Cuántos casos que involucran a Naasón Joaquín García habrá y que han quedado ocultos? Lo ignoro.  

Lo que sí queda claro es que la sentencia que dictó el juez dejó mucho que desear.  Esa clase de individuos que causan tanto daño a niños y jóvenes de los que abusan sexualmente, no deberían salir del encierro jamás.

Naasón Joaquín en unos diez años estará de nuevo en circulación, libre, tal vez predicando y engañando con su verborrea a sus incautos seguidores. 

Olvida algo muy importante, que a Dios no se le engaña. Lo que ha hecho a sus víctimas es algo imperdonable por lo que, tarde o temprano recibirá lo que se merezca por sus acciones.

Los vividores de una religión son verdaderamente despreciables; pero aquellos que abusan sexualmente de niños, de jovencitos a quienes de alguna manera obligan a hacer cosas asquerosas, no merecen la menor consideración.

Podrán apoyarlo sus miles de seguidores en todo el mundo; podrá “desviar” o quizás comprar a algún juez, para evadir la justicia, pero los crímenes cometidos en seres inocentes al abusar de ellos, esos no los va a borrar nunca.

¿Qué huellas ha dejado Naasón Joaquín García? Ninguna que sea digna de seguir.  Quien ofende, destruye ilusiones, abusa de su poder, no se convierte en luz.  Ojalá este individuo y tantos como él, reciban una sentencia que los confine en una celda de donde no salgan jamás.

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