LAS AUTORIDADES municipales con la colaboración de otras corporaciones de seguridad han armado una muy buena estrategia para brindar seguridad ciudadana y buscar proteger al máximo el patrimonio ciudadano, durante el llamado “Buen Fin”, donde la derrama económica es de gran importancia, pero también en el que aumentan los riesgos de ser víctimas de robos, fraudes y otros ilícitos.
EL SECRETARIO del Ayuntamiento, licenciado Hermelo Castillón, dejó en claro ayer que luego de una serie de análisis, por instrucciones de la alcaldesa Norma Treviño Galindo se tomaron decisiones que se espera, alcancen los objetivos debidos en las estrategias de seguridad y se garantice el orden y la protección ciudadana en sus manejos financieros.
POR CIERTO, algo más que bueno en este tipo de decisiones, es que forman parte de la misma gente con capacidad, con experiencia, con conocimientos, curtidos en el tema –y no “técnicos” de membrete y oficina– que de seguridad saben, lo que nosotros sabemos de aeronáutica.
ESO ES importante porque al final del día no es lo mismo manejar ficticios conocimientos de ilusoria autoridad, que estrategias que tengan que ver con la seguridad…
A DON HERMELO Castillón, la verdad, ¿quién puede hablarle de cuestiones de seguridad?; experiencia de décadas y resultados positivos.
PERO ESTO apenas empieza en lo que se refiere a los operativos de seguridad de la temporada, y la verdad hay que reconocer que la administración de la alcaldesa Norma Treviño Galindo no ha quitado el dedo del renglón en este aspecto desde el mismo inicio de su gestión.
ENTRE otras, una de sus prioridades ha sido la seguridad de nuestra frontera…
EL TEMA de las propinas en los restaurantes sigue siendo toda una polémica.
PRIMERO, al menos en Coahuila, ni es algo establecido legalmente y en consecuencia, tampoco obligatorio.
Y HAY QUE dejar en claro una cosa: No estamos diciendo que los negocios y restaurantes lo hagan obligatorio, pero sí evidencias muchas de que meseros y meseras así quieren hacerlo creer.
EXIGEN propina aun cuando su servicio haya sido pésimo y al final de cuentas piden que se les dé cierto porcentaje de propina por una mala atención que no satisface al cliente.
YA SÓLO falta en algunos restaurantes, desde “machuchones” hasta modestos, que le pidan aunque el servicio sea malo—por meseras y meseros— una buena propina y luego le ordenen al comensal que vaya a la cocina del negocio a lavar su plato.
LA PROPINA no es obligatoria, es una respuesta de agradecimiento a un buen servicio, pero no algo que tenga que pagarse porque a los meseros se les paga su sueldo.
Y LA VERDAD no es que nos estemos quejando por la propina, lo que molesta es la insistencia, la cara acartonada que ponen meseras y meseros cuando uno paga, con esa pregunta de “¿va a dejar propina o no, para saber’”.
SON GROSEROS y groseras y eso incomoda al grado de que, en lugar de darles propina dan ganas de proponerles: “Si tienes hambre te invito unos tacos”.
¿Y SABE qué? esto se da generalmente en los restaurantes bar, de esos tradicionales y de prestigio que en los últimos años han cambiado de administración, especialmente allá por la avenida Lázaro Cárdenas….
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