Ciudad de México.— La historia de Cándido Trinidad es la de decenas que enfrentaron la tragedia luego de que entre la noche del 23 de octubre y la madrugada del 24 del año 2023, el puerto de Acapulco fuera embestido por el huracán de mayor fuerza que ha tocado las costas de México, Otis, de categoría 5.

A las 12:00 horas del medio día del 23 de octubre se convocó a los sistemas de Protección Civil municipal del puerto y al estatal a instalarse sesión permanente ante la tormenta tropical que estaba frente a las costas de Guerrero, por las lluvias que se esperaban.

De acuerdo con el pronóstico que se tenía al mediodía del día 23, el fenómeno meteorológico tocaría tierra aproximadamente a las 8 de la noche en el municipio de Tecpan, en la Costa Grande, sin embargo, en sólo ocho horas pasó de tormenta tropical a huracán categoría 4 y se estacionó frente a Acapulco, amenazando con tocar tierra en ese municipio, contra lo que se había pronosticado.

Transformándose unas horas después en Otis, un huracán categoría 5 que, de acuerdo con los registros oficiales, comenzó con una lluvia ligera y fue a las 12:30 del 24 de octubre cuando comenzaron las primeras rachas de viento que alcanzaron velocidades de 350 kilómetros por hora, los cuales dejaron sin techo a muchas viviendas que eran de lámina o de cartón.

La intensidad de la lluvia fue impresionante, el registro fue de 335 mm de agua en unas dos horas, aunado a los vientos que derribaron también árboles, bardas y anuncios espectaculares. Posteriormente hubo una segunda racha de vientos que alcanzó velocidades de hasta 250 kilómetros por hora.

Prestadores de servicios turísticos reportaron que aproximadamente 800 embarcaciones, entre ellas yates de lujo, lanchas y cayucos se hundieron esa madrugada en la bahía.

Para Sabas De la Rosa, quien fue director de Protección Civil de Acapulco y posteriormente del estado, sí se cumplieron los protocolos de alertamiento a la población, aunque la magnitud del fenómeno que se enfrentaría era mucho mayor a lo esperado.

El servicio de energía eléctrica fue suspendido cuando comenzó la lluvia, en prevención, antes de que iniciaron los vientos, luego el servicio telefónico y de celular se cayó, quedando totalmente incomunicada la ciudad.

Según las consultoras internacionales, las pérdidas materiales fueron por un monto de 16 mil millones de dólares; oficialmente se manejan 52 muertos y 32 desaparecidos de manera extraoficial la cantidad se multiplica por ocho.

A dos años del paso de Otis la ciudad aún se sigue recuperando, independientemente de todas las viviendas afectadas la mayoría de la zona hotelera y de condominios, ademas de los restaurantes sufrieron un daño muy grande. De acuerdo a la asociación de Hoteles de Acapulco en estos momentos hay 16,600 cuartos de hotel funcionando de 20 mil que había antes de Otis.

De los 30 mil cuartos de condominios y casas que se rentaban como oferta extra hotelera, no se tiene una cifra de cuántos se han recuperado.

Para el presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA).José Luis Smithers Jiménez, en estos dos años la recuperación ha sido muy buena, pues ha fluido la inversión y prueba de ello son las remodelaciones de los hoteles que aprovecharon para hacer mejoras en sus instalaciones.

Afirma que el hecho de que 83% de los hoteles esté funcionando es una buena cifra, dice que la mayoría de los hoteles tuvo que esperar a que les pagaran el seguro para poder trabajar en la recuperación de las instalaciones hoteleras, las cuales ahora son mejores que antes de 2023. Sin embargo, reconoce que en la zona de Acapulco Diamante 80% de los 35 mil condominios, resultaron afectados y la recuperación en esa área ha sido lenta por falta recursos.

Acepta que mucho personal capacitado, meseros, cocineros, gerentes y principalmente personal de mantenimiento tuvo que migrar a otros destinos turísticos por falta de empleo.

Para diciembre se espera una gran afluencia de turistas y eso ayudará a la recuperación del puerto, destaca.