Monterrey, NL.- La hija de apenas cuatro años de Analí Mujica Sánchez contó los hechos llorando:

“ Mi papá me enseña el pene cuando hace pipí y mi abuelo me agarra mi colita”.

En ese momento el mundo se le cayó encima a Analí. Jamás imaginó vivir una experiencia tan traumática y dolorosa. Ella, abogada de profesión, había trabajado hace una década en la unidad de delitos sexuales de la entonces Procuraduría de Justicia de Nuevo León:

“ Y ahora aquí estoy, viviendo en carne propia este tipo de crímenes infames que abundan en el Estado. Nunca creí que a mi me fuera a pasar. Nunca pensé que a mi niña, a mi chiquita le hicieran ese daño y peor aún, su propio padre biológico y su abuelo”.

Analí denunció el pasado mes de noviembre los hechos ante la agente del Ministerio Público de la Unidad de Investigación y Litigación Especializa en Delitos Sexuales de Monterrey, Cristina Haydee García González, pero su sorpresa mayor fue que las carpetas de investigación interpuestas en la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León no avanzan, ya que el presunto agresor es miembro activo del Partido Acción Nacional (PAN).

Se trata de Plácido C., abogado litigante que trabaja con Raúl Gracia Guzmán ex diputado federal, ex senador y actual dirigente del partido, es regidor suplente por ese partido en Monterrey. El presunto agresor también colabora con el ex diputado panista Tomás Macías y funcionario del gobierno de Samuel García Sepúlveda.

Para la denunciante es evidente que el “influyentismo” de la cúpula panista de Nuevo León está interviniendo para que las carpetas de investigación judicial no avancen: “Todo indica que el partido está manipulado la justicia para proteger al papá y al abuelo. ¿Dónde está la justicia? ¿Dónde están los derechos de los niños? ¿Dónde están las personas que defienden a los niños de todas estas cosas?. Si es traumático para una persona adulta, no me quiero imaginar lo que sufre un niño que ha sido abusado sexualmente”, dice Mojica Sánchez sin poder contener el llanto.

Visiblemente afectada, pero con actitud valiente, Analí lleva seis meses esperando que la fiscalía cumpla con su deber para vincular a proceso al padre y al abuelo de nombre Norberto C.: “Pero todo son largas, excusas, y un desprecio absoluto por la víctima. Han revictimizado a mi niña sometiéndola a todo tipo de interrogatorios. No entienden que es una niña de apenas cuatro años, una niña que no está mintiendo, que por el contrario está sufriendo las secuelas del abuso”.

Los días 4 y 12 de noviembre del año pasado, Porfirio Díaz Torres, director de Criminalista y Servicios Periciales, solicitó las primeras valoraciones psicológicas a la menor por las psicólogas peritos de la fiscalía. Ambas profesionales determinaron según consta en acta que “el dicho de la menor se considera confiable”.

Después de varias entrevistas y pruebas el dictamen de la psiquiatra y paidopsiquiatra no dejó lugar a dudas:

“ La menor presenta con datos y características haber sido víctima de un tipo de abuso sexual”.

De igual manera, en el dictamen médico realizado por la doctora médico especialista en ginecología y obstetricia, se consignó el daño psicológico y físico ocasionado a la menor. Las autoridades dictaminar que las lesiones encontradas en la menor corresponden a un abuso sexual.

A pesar de todas las pruebas, la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, actualmente cuestionada por el caso Debanhi y otros feminicidios, desapariciones de mujeres y violaciones sin resolver, se niega a actuar.

Analí Mojica Sánchez exige que las autoridades cumplan con su deber: “Yo voy a seguir exigiendo que se haga justicia para mi niña, por eso estoy dando la cara. Quiero que se castigue a los responsables. Exijo que las autoridades dejen de revictimizar a mi hija, que ya no protejan a sus agresores. Yo voy a seguir defendiéndola y denunciando a los culpables, no solo por mi niña, sino por otras niñas y mujeres que están sufriendo la inoperancia del sistema de justicia de Nuevo León”.