“ Expreso mi cercanía y afecto a las poblaciones del México oriental afectadas en los últimos días por los aluviones. Rezo por las familias y por todos aquellos que han sufrido por esta calamidad”, dijo el pontífice tras el rezo del Ángelus, asomado a la ventana del Palacio Apostólico.
Asimismo, confió a la intercesión de la Virgen María “las almas de los difuntos”.



















