Saltillo, Coah.- La deserción escolar en el nivel medio superior ha costado durante la pandemia más de 500 millones de pesos tanto al Gobierno federal como estatal en Coahuila, pues en cada estudiante que dejó su educación trunca se invirtieron miles de pesos, que no cumplieron su objetivo.

Debido a que muchos no se adaptaron a la modalidad virtual, se les complicó la situación económica o algunos otros factores, el aumento en la deserción escolar en este nivel, es uno de los grandes daños colaterales de la crisis sanitaria.

Y es que la deserción alcanzó niveles altos en prácticamente todos los planteles, por ejemplo, en el CETIS 48 alcanzó 16%, es decir que, de cada 20 estudiantes, tres dejaron las aulas. Considerando que el costo a la institución por alumno ronda los 18 mil 700 pesos, el costo por los alumnos que desertaron fue de 8 millones 35 mil pesos, según datos del Sistema Integral de Gestión Escolar de la Educación Media Superior
(SIGEEMS).

En la Universidad Autónoma de Coahuila el porcentaje de deserción rondó el 8% durante la era Covid, prácticamente el doble que antes de la contingencia sanitaria, pues en el semestre de enero a julio del 2020 causaron baja 2 mil 293 estudiantes; en agosto diciembre de ese mismo año mil 933 alumnos; y en enero a junio de este año 2 mil 136, para dar un total de 6 mil 362 bajas.

Considerando que para que los 38 mil estudiantes, que conforman la matrícula de la máxima casa de estudios, se requiere un presupuesto mixto entre federación y estado superior a los 3 mil millones de pesos, se podría decir que los desertores costaron 502 millones de pesos. 

En el CBTIS 97 la deserción rondó el 11%, teniendo en cuenta que cada uno de los alumnos les cuesta en promedio 17 mil 933 pesos, se obtiene que el costo es de 5 millones 362 mil pesos. Mientras que en el Cbtis 235 Saltillo se alcanzó un porcentaje de deserción de 17%, costando 4 millones 812 mil pesos

En el Instituto Tecnológico de Saltillo la administración no informó del costo total que representaron los estudiantes desertores, pero se confirmó que durante la pandemia es cerca de un millar de jóvenes los que dejaron el plantel.

Haciendo la sumatoria de tan solo estas escuelas se tiene un monto superior a los 520 millones de pesos, que fueron invertidos en alumnos que truncaron su bachillerato y licenciatura.