Internacional
Publicado el jueves, 19 de junio del 2025 a las 17:14
Washington D.C.- Las fuerzas armadas de Estados Unidos han elaborado planes para un posible ataque contra Irán, que, según The Wall Street Journal, ya habrían sido aprobados por el presidente Donald Trump. No obstante, la orden final para iniciar cualquier ofensiva recae en el mandatario, y especialistas coinciden en que la estrategia dependería crucialmente del uso de una bomba de 13,600 kilogramos, conocida como GBU-57/MOP.
El periódico The Wall Street Journal publicó que Trump reveló a sus colaboradores más cercanos el martes por la noche haber aprobado los planes presentados por el Pentágono, aunque aún no ha dado luz verde al ataque. Este jueves, Trump desestimó la información del periódico, señalando que “no tiene ni idea” de sus pensamientos, pero no negó el contenido. Por su parte, la Casa Blanca indicó que Trump tomará una decisión en “unas dos semanas”.
Si Estados Unidos decide atacar Irán, el principal objetivo sería la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordow, ubicada a unos 100 kilómetros al sur de Teherán. Esta instalación, con miles de centrifugadoras, está situada decenas de metros bajo una montaña.
El interés de Israel en Fordow radica en que es la única instalación nuclear iraní donde los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) han detectado partículas de uranio enriquecido con un grado de purificación necesario para la construcción de armas nucleares. Sin embargo, Israel carece del armamento necesario para penetrar los más de cien metros de roca que protegen el complejo subterráneo, por lo que necesita la tecnología estadounidense.
La fuerza aérea israelí cuenta con las bombas BLU-109 y GBU-28, consideradas capaces de destruir búnkeres. La GBU-28, con un peso de 2,270 kilogramos y guiada por láser, fue utilizada por Israel para eliminar al líder de Hizbulá, Hasan Nasrala, en septiembre de 2024, y puede penetrar hasta 20 metros de hormigón reforzado o roca.
Para neutralizar Fordow y sus centrifugadoras, los expertos señalan la necesidad de la GBU-57/MOP (Massive Ordnance Penetrator), conocida como la “hermana mayor” de la GBU-28. Este “monstruo” de 13,600 kilogramos es capaz de penetrar hasta 60 metros de roca.
Actualmente, la GBU-57/MOP solo puede ser utilizada por el bombardero “invisible” estratégico B-2 Spirit, aunque la Fuerza Aérea de EE. UU. también ha realizado pruebas de lanzamiento desde el clásico bombardero B-52. El B-2 Spirit, en servicio desde 1997 y que pronto será reemplazado por el B-21 Raider, puede operar desde la base aérea Whiteman en Misuri o desde la isla de Diego García, en el océano Índico.
Para proteger Fordow de ataques aéreos, Irán contaba con baterías antiaéreas rusas S-300, uno de los sistemas de misiles tierra-aire más avanzados del arsenal ruso. Sin embargo, analistas creen que en estos momentos Fordow ha perdido esa protección, lo que facilitaría una operación de bombardeo con el B-2 Spirit para la fuerza aérea estadounidense.
Según las fuerzas armadas israelíes, en la última semana, el 70% de las baterías antiaéreas de Irán resultaron destruidas.
La libertad de acción de los bombarderos B-2 Spirit, o de los B-52 si EE. UU. decide utilizar otra plataforma, sería crucial para garantizar la destrucción de Fordow. A pesar de la gran capacidad destructiva de la GBU-57/MOP, el éxito no está garantizado en un solo impacto, por lo que la fuerza aérea buscaría realizar varios ataques consecutivos.
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