Saltillo.- Mayela “La Cobrita” Pérez coronó hasta el momento su experiencia internacional con el sexto combate fuera del país y lo hizo enfrentando en Tokio, Japón, a la campeona mundial Paja del CMB, Naoko Fujioka, aunque sin retarla por el título verde y oro.

La boxeadora saltillense del mánager Óscar Soberón representó al pugilismo femenil de Saltillo en el Lejano Oriente, y a su vez, como buena mexicana, dio guerra a la soberana de la división de las 108 libras. Pero, por decisión de los jueces, la profesora de educación física por la ENEF también cargó con la derrota ante la reina absoluta en peso liviano con invicto de 8-0.

Sin embargo, para la púgil que ha protagonizado peleas con o sin campeonatos de por medio ante figuras nacionales como Ana María “La Guerrera” Torres; Esmeralda “La Joya” Moreno; Anabel “La Avispa” Ortiz e Ibeth “La Roca” Zamora, esta experiencia ha sido una de las mejores. “Decir que fuiste a Tokio, no cualquiera, sí es una satisfacción”, manifestó a su regreso sin un rasguño, tras saber quitarse los golpes de la noqueadora nipona.

Pese al dolor por el descalabro, la púgil saltillense es realista y admitió que si se presentara otra oportunidad, podría vencerla, pero si no sucedía en Japón. “Si fuera aquí en México, a lo mejor sí. Pero sé que siendo en Japón no me la van a dar a menos que pueda noquearla”, dijo. Buscar el título explicó es más difícil y aclaró: “Todo depende del apoyo de las empresas. Si lo consideran y llegan a buen arreglo, puede ser, aunque las que son campeonas no salen de Japón”.

UN NOCAUT POR POQUITO

“Me sentí muy bien allá en Japón. Como el nivel del mar es bajo, me sentí bien del aire, me sentí fuerte. Fue una pelea que me dejó muchas experiencias. La contrincante es campeona del mundo, era más alta que yo, traía más alcance, los primeros rounds batallé para entrar, pero después le agarré el modo”, relató.

“La pelea estuvo dura, dura los ocho rounds, y creo que yo gané los últimos cuatro. Pero sabía que había que noquear, si no no me la iban a dar”, continuó. “Estuve a punto (de hacerlo) en un upper que le metí a ella, donde se zarandeó en el sexto (round), incluso le dijo al réferi que había sido cabezazo y le dio chance de recuperarse.

“Ahí el profe se alteró un poco, pero por más que le reclamara no le iba a entender”, dijo en broma.

Respecto a la estampa de la campeona del mundo, su rival esa noche, advirtió de su corpulencia e impacto visual.

“Su cultura es de alimentación muy sana. Allá no hay pan, tortillas, papitas o refrescos. Vas a un restaurante y lo primero que te dan es un vaso de agua. Por lo mismo el físico de la mayoría de los boxeadores lo ves súper marcado y nada de grasa por su alimentación, se cuidan mucho”, comentó.

“Te admiras, pero no me impresionó porque me he enfrentado a otros monstruos así, súper marcadas, como Karina Moreno”, añadió.

UNA AFICIÓN ENTREGADA

Durante sus pocos días de estancia en Japón, la peleadora tuvo tiempo de pasear por la ciudad y conocer un poco de su cultura y cariño después de su participación en la función de boxeo profesional.

“La gente es muy amable. A pesar del idioma, te das a entender. La mayoría habla inglés, fue una experiencia muy bonita”, dijo. “Yo los hacía fríos, como he visto las peleas de la época de oro, era lo que me imaginaba. Pero cuando me despedí sentí el calor del público y la ovación. Mucha gente me pedía algunas fotos y ese tipo de cosas”.

A su vez, tras su combate y ver la reacción del público, los organizadores le dieron buenas noticias. “El matchmaker me dijo que le había gustado mucho mi pelea, quería que volviera aunque no me ha dado fecha ni nada, pero platicó con mi entrenador y estamos esperando su llamada”, informó.

Ahora también hubo dificultades. “Esta vez no nos acompañó el representante de la empresa, fuimos solos. Pero el que nos recibe ahí, Joe Kozumi, tiene contacto con la empresa y nos trató como representantes de Boxeo de Gala”, aseguró, aunque se sabe que la boxeadora estuvo enferma después de la pelea.