Saltillo.- Mauricio Hardie Beuchot Puente (Torreón, 1950) es uno de los nombres más importantes de la filosofía latinoamericana: autor de 150 libros de temas como antropología, historia, lingüística, hermenéutica y, claro, filosofía; disciplina en la que se ha dedicado desde 1975 y lo ha convertido en una autoridad del tema, que ayer agregó un reconocimiento más, pues recibió el doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), junto al médico Jorge Francisco Clifton.

La ceremonia que se llevó a cabo ayer en el Paraninfo del Ateneo Fuente, otorgó la medalla al lagunero por “su invaluable aportación filosófica, una propuesta que se ha llevado internacionalmente a áreas de la sicología, el derecho, la sociología, la pedagogía, la política, la historia y la antropología”, como ha señalado Julio Cu Farfán López, catedrático de la UAdeC.

La selección del creador de la disciplina “hermenéutica analógica”, la hizo el Consejo Universitario conformado por el rector de la Universidad Jesús Salvador Hernández Vélez, Jaime Guerra Pérez, secretario de Economía y representante del gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, así como Miguel Ángel Rodríguez Calderon, secretario de la Universidad.

Fue el catedrático Gerardo Carrera, quien apuntó que la entrega del doctorado Honoris Causa a Mauricio Beuchot es “un acto de justicia académica” pues su trabajo de la hermenéutica analógica le ha recabado su reputación internacional, pues con ella “ha interpretado y debatido sobre los filósofos posmodernos más destacados, como Jürgen Habermas, Gaddamer, Derrida, Foucault, entre otros”, apuntó Carrera.

Beouchot, nacido en 1950, comenzó sus estudios de Filosofía en el Instituto Superior Autónomo de Occidente, en Guadalajara, mientras que la maestría y el doctorado fue en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.

La trayectoria del humanista es enorme, pues también pertenece a la Academia Mexicana de la Lengua, la de Historia y la de Derechos Humanos, así como al Seminario de Cultura Mexicana, además de formar parte del Sistema Nacional de Investigadores.

Así, este reconocimiento se suma a otros dos doctorados. El primero se lo entregó la Universidad Anáhuac, en 2014, y el segundo la Universidad Veracruzana, en 2019. Ambos en el área de Humanidades.

Para Beuchot, el reconocimiento va de la mano con el gusto de ver que “en mi estado (Coahuila) ha crecido mucho el interés por las Humanidades, inclusive por la Filosofía. Me da un gran gusto, un gran honor y para mí es una gran satisfacción para mi vida esto que me están otorgando, este reconocimiento que me están dando”, según dijo en su discurso.

Reconocen lo pequeño
El segundo reconocimiento, en cambio, fue para el médico cirujano nayarita Jorge Francisco Clifton Correa, por su trabajo, estudio e investigación en la patología de las lesiones del plexo braquial y nervio periférico.

Clifton Correa, nacido en Tepic, Nayarit en 1956, comenzó su carrera en la Facultad de Medicina Dr. Ignacio Chávez, de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, para realizar después una serie de posgrados en el hospital regional 20 de Noviembre, en la Ciudad de México, lo cual lo llevaría al Baylor College of Medicine, en Houston, Texas y en Salt Lake City, Utah, donde se especializó como microcirujano.

Además de su trabajo como médico, Clifton, ha sido presidente de la Asociación Mexicana de la Cirugía de Mano, así como la de Cirugía de Mano y Microcirugía. También fundador del Brachial Plexus International School, entre otras.

Para Clifton ayer fue “un momento para dar gracias” a su familia, amigos y colegas. Por ello agradeció al Hospital Universitario unidad Torreón, porque “en 2006 nos abrió las puertas de forma maravillosa, y posteriormente nos dio la oportunidad de ser la primera escuela en plexo braquial del mundo”.