Hoy en día, un trabajador con un salario de 25 mil pesos al mes, luego de cumplir con los requisitos para su jubilación, puede llevarse una pensión muy cercana a ese salario. Eso ocurre hoy en día, sin embargo en unos años la situación será muy diferente. Los que hoy son jóvenes y se encuentran en el esquema de cuentas individuales, en lugar de veintitantos mil, se llevaran —en el mejor de los casos— unos seis mil pesos.

En el 2001, en la Sección 38 se estableció el sistema de cuentas individuales para los nuevos ingresos. Ahí se escribió una de las peores páginas de la historia del sindicalismo coahuilense. Seis años después se implementó dicho modelo a nivel nacional para los derechohabientes del ISSSTE. Gracias a tales medidas, los trabajadores de la educación estatales —que ingresaron después del 2001— y federalizados —que lo hicieron después del 2007—están condenados a un futuro ligado a una pensión de miseria.

Hay diferencias entre unos y otros. Unos al jubilarse estarán mal y otros peor. Veamos dos grandes diferencias.

1.- Los recursos de los agremiados a las secciones 5 y 35 son administrados por instituciones privadas o por pensionissste, en ambos casos en un sistema de Afores. En el caso de la sección 38, los recursos se manejan por parte de la Dirección de Pensiones.

2.- La expectativa de los trabajadores afiliados a las secciones federales es contar con una pensión que va a rondar entre un 20 y un 30 % de su último salario; la mayoría de los casos andará en un 25 %. En el caso de los estatales el monto de la pensión parte de un 20 % y podría llegar —excepcionalmente— a un 70 %, aunque la mayoría de los compañeros se quedará con un 45 % de su último sueldo.

Habrá quien señale que falta mucho para que se llegue el tiempo de las jubilaciones, seguramente fue ese uno de los argumentos de quienes —sin visión—aprobaron dichos cambios. El problema es que a medida que avance el tiempo será más complicado corregir el rumbo.

Cuando se le pregunta a muchos dirigentes la solución a este gran problema, suelen decir: ¡ahorren más, tienen que ahorrar más!. Suena lógico, pero no resuelve el problema. Con ello la expectativa en los federales se modificará para llegar, quizá, a un 40 % de pensión y quienes van a aplaudir tal decisión serán las afores, pues ellos suelen ser los únicos ganones, lo han sido en todo momento, lo serán siempre … salvo que hagamos algo al respecto.

En algunas charlas con el Maestro Alfonso Cepeda Salas, me ha comentado que el tema se encuentra en la mesa de discusión con la secretaría de Hacienda, manifiesta el dirigente nacional preocupación y estrategia. Me consta que con relación a los trabajadores estatales, el profr Xicoténcatl de la Cruz García viene gestionando profundas transformaciones al sistema de pensiones. No solo demanda que se pague a tiempo a los compañeros jubilados, que el gobierno aporte millonarias cantidades para cubrir las pensiones en curso, sino que el poder legislativo modifique el esquema de cuentas individuales para generar un mejor futuro para los trabajadores de la educación más jóvenes.

Ahora bien. Lo peor que podemos hacer es quedarnos sentados y esperar que los dirigentes arreglen todo. En los actuales tiempos no basta la lucha y gestión de los líderes gremiales. El sindicato debe ser democrático y para ello se precisa que ocurra una lucha horizontal, con una gran participación de las bases.

Se requiere que los viejos que gozamos de un sistema de pensiones solidario mostremos empatía con los jóvenes y, de entrada, les pidamos perdón por no luchar antes por sus derechos.

Se precisa que los jóvenes se organicen, luchen, demanden, propongan. Me da gusto cuando veo a cientos de trabajadores de la 38 revisando rutas de acción, tomando conciencia, mostrando visión.

A mi entender el objetivo es muy claro. Tanto para trabajadores de la educación federales como para estatales. La lucha no debe ser por maquillar el sistema de cuentas individuales. La lucha tiene que darse en el intento de terminar de una vez por todas con ese inhumano esquema que no implica seguridad social. Es preciso establecer un nuevo sistema que sea solidario, justo y generoso.

La lucha no será sencilla. Insisto, es preciso que ellos, los más jóvenes, tengan visión y carácter; y nosotros, los más viejos, humildad y empatía.

No es un tema de grillas. Es el futuro de las nuevas generaciones.

Una pregunta al azar

¿Quién ocupará la candidatura de Morena en el 2023?

Opción 1) A pesar de su edad y gracias a su carisma: Armando Guadiana

Opción 2) A pesar de su carácter poco amigable y gracias a su edad: Luis Fernando Salazar

Opción 3) Ni uno, ni otro, será mujer y su nombre es Tania Flores