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Grupo Zócalo
Publicado el jueves, 13 de marzo del 2025 a las 14:14
Washington.- “Han comenzado los vuelos de deportación”. Así anunció el 24 de enero la vocera de la Casa Blanca, apenas cuatro días después de que Donald Trump volviera al poder, el “mensaje fuerte” que quería “mandar a todo el mundo” la nueva Administración.
Trump comenzó a usar aviones del Departamento de Defensa, algo inédito hasta el momento, para reforzar su operativo de deportación, aunque el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) lleva desde 2010 deportando a inmigrantes por vía aérea en aerolíneas privadas.
Pero un mes y medio después de aquel anuncio, el ritmo de los vuelos de deportación de Trump es menor que el de su predecesor, el demócrata Joe Biden; el número de expulsados por esta vía incluso disminuyó; y el Gobierno ha dejado de usar los aviones militares, que resultaron muy caros y poco eficientes.
Así se desprende de un análisis de Noticias Telemundo de datos de vuelos de deportación y entrevistas con funcionarios gubernamentales centroamericanos y expertos que han analizado estas operaciones migratorias en años recientes.
Y en países de América Latina como Guatemala, Honduras y Ecuador, que reciben la mayor cantidad de vuelos de deportación, las autoridades dicen que no han visto mayores cambios en las operaciones con respecto a lo que venían haciendo gobiernos anteriores. Incluso prevén que, de mantenerse la tendencia actual de la Administración Trump, el año 2025 terminaría con un menor número de vuelos y personas deportadas.
La disminución de vuelos y deportados responde en parte a la caída de cruces fronterizos desde que Trump asumió la presidencia, lo que ha dejado una menor cantidad de personas a las que el servicio de inmigración puede aplicar una “deportación acelerada”, utilizada para expulsar a quienes atrapan en la frontera o en un área dentro de 100 millas de la frontera y antes de 14 días de su llegada.
Para el análisis, Noticias Telemundo elaboró una base de datos de vuelos de la Administración Trump a partir de reportes de prensa, información oficial de los gobiernos, sitios web que registran información aeronáutica y datos recopilados por Thomas Cartwright, del grupo Witness at the Border, que ha rastreado los vuelos de deportación estadounidenses desde el año 2020.
Los datos muestran que en febrero la Administración Trump vio el despegue de 128 vuelos con deportados, entre ellos 19 vuelos militares. Esa cifra es menor que los 137 vuelos que envió el Servicio de Inmigración (ICE) en febrero de 2024.
Los principales destinos de los aviones enviados por Estados Unidos en febrero fueron Honduras y Guatemala, países que desde hace años reciben vuelos con deportados todas las semanas. Consultados por Noticias Telemundo, los directores de los institutos de migración de ambas naciones aseguraron que hasta ahora la única diferencia en la operación bajo la Administración Trump ha sido el uso de aviones militares. Por lo demás, el ritmo de los vuelos de deportación se mantiene casi igual, dijeron.
“ No hay un cambio radical más que el tema de las deportaciones que se hacen por los vuelos militares”, dijo Wilson Paz, director del Instituto Nacional de Migración de Honduras, quien coincidió con el canciller hondureño Enrique Reyna, que a mediados de febrero dijo a la prensa local que el país no estaba viendo deportaciones masivas.
“ En comparación al año anterior, es una cifra menor de personas retornadas (…) en el tema de la deportación no podemos hablar de cambios radicales”, dijo por su parte Danilo Rivera, director general del Instituto Guatemalteco de Migración.
Guatemala recibió a 5,140 deportados vía aérea en promedio por mes durante 2024. En febrero del año pasado Estados Unidos expulsó a 6,972 guatemaltecos en 58 vuelos. Pero este año, durante el mismo mes, la Administración Trump solo deportó a ese país a poco más de 2,000 personas en 24 vuelos, según datos del Gobierno guatemalteco.
En Ecuador, que recibió 13 vuelos con deportados entre el 20 de enero y el 28 de febrero, funcionarios gubernamentales estiman que a ese ritmo podrían terminar el año con menos de 100 vuelos, una diferencia notable si compara con los 150 vuelos que el país sudamericano recibió el año pasado, según dijo el vicecanciller ecuatoriano Alejandro Davalos en una discusión pública en la red social X el 25 de febrero.
Davalos dijo que unos 30,000 ecuatorianos indocumentados tienen órdenes de deportación en Estados Unidos, pero se mostró escéptico de que la Administración Trump los pueda expulsar pronto. “Esas órdenes de deportación no han sido ejecutadas ni van a ser ejecutadas en el futuro inmediato, no lo fueron en el pasado y no lo van a ser, ciertamente, en los próximos meses. No vamos a tener un flujo masivo de ecuatorianos deportados”, dijo el viceministro.
El 9 de marzo, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, afirmó que el país no recibirá inmigrantes deportados de Estados Unidos que no sean ecuatorianos, tal como lo han hecho en semanas recientes Panamá y Costa Rica.
Las autoridades de Honduras y Guatemala, los dos principales destinos de los vuelos de deportación, aseguran que en su gran mayoría las personas que están recibiendo no tienen antecedentes criminales serios en Estados Unidos, más allá de haber ingresado sin permiso al país o cometer infracciones de tránsito.
Datos federales revelados por NBC News muestran que, de las personas deportadas por la Administración Trump en febrero, aproximadamente la mitad no tenía condenas penales ni cargos penales pendientes.
“ Nosotros no podemos seguir criminalizando o tratándolos como delincuentes cuando estamos observando que casi en su totalidad son personas trabajadoras, son personas que tienen dignidad”, dijo Rivera.
“ Quizá menos del 1% tenga algún antecedente criminal”, dijo Wilson Paz. Pese a eso, todos los adultos hondureños deportados vuelan esposados en los aviones contratados por ICE, explicó el funcionario.
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El Gobierno de Honduras pidió a Estados Unidos que los liberen una vez que los aviones ingresen a espacio aéreo hondureño, dijo Paz. “(Solicitamos) de manera innegociable el respeto a los derechos humanos, la dignidad de los y los migrantes hondureños a que regresaran a su territorio sin esposas, sin grilletes, porque aquí son libres”, dijo.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no respondió a las preguntas de Noticias Telemundo sobre la disminución de los vuelos de deportación y sus planes futuros para las operaciones aéreas.
La reducción de vuelos de deportación en las primeras semanas de la Administración Trump se da a pesar de que el presidente Trump ha presionado a países como Panamá, Honduras y Costa Rica para aceptar aviones con deportados de otras nacionalidades y a la estrategia de utilizar aeronaves del Ejército para llevar a cabo las expulsiones.
A principios de marzo, el Departamento de Defensa suspendió el uso de aviones C-17 para transportar personas indocumentadas a la base estadounidense de Guantánamo y a otros países, una estrategia implantada poco después de que Trump asumió el poder. En total, la Administración Trump realizó 29 vuelos militares a siete países, sobre todo a Guatemala. Pero esos vuelos terminaron siendo más caros y menos eficientes que los vuelos usualmente contratados por el servicio de inmigración para expulsar a los migrantes.
Una hora de vuelo de un avión Boeing C-17, diseñado para transportar carga y soldados, cuesta unos 28,500 dólares, según el Comando de Movilidad de Estados Unidos. Mientras que el costo promedio de una hora de vuelo de un avión chárter regular contratado por ICE es de $8,577 por hora y el costo de los vuelos chárter “especiales de alto riesgo” es de $6,929 a $26,795 por hora, según esta agencia federal.
Los vuelos militares a América Latina también han sido más caros debido a que las aeronaves han tomado rutas más largas, evitando el espacio aéreo de México, que no ha permitido el aterrizaje de aviones militares con deportados. México continúa recibiendo vuelos chárter de ICE, que entre enero y el 11 de febrero transportaron a casi 2,000 mexicanos desde Texas y Arizona, según datos entregados por el gobierno mexicano.
Los vuelos militares que realizó la Administración Trump desde el 24 de enero llevaban en promedio a 68 pasajeros por viaje, mientras que los vuelos regulares de ICE en aviones de aerolíneas privadas transportaron en promedio a 105 pasajeros, según los datos analizados por Noticias Telemundo.
Por ejemplo, el vuelo militar que transportó a 17 migrantes a Honduras y 34 a Perú el 31 de enero duró unas 19 horas, ida y vuelta, según datos de FlightRadar. Deportar a esas 51 personas probablemente les haya costado a los contribuyentes estadounidenses más de medio millón de dólares, unos 10,000 dólares por cada deportado.
La disminución de vuelos de deportación se dio pese a que Colombia ha estado enviando aviones de su Fuerza Aérea a recoger colombianos deportados a Estados Unidos, luego de la crisis diplomática que enfrentó a Trump y al presidente colombiano Gustavo Petro, quien se negó a permitir el aterrizaje de los vuelos militares en el país. Petro decidió usar los aviones colombianos luego de que Trump lo amenazara con imponer aranceles a todos los productos colombianos importados en Estados Unidos y la prohibición de viajes y revocación inmediata de visas a funcionarios del Gobierno.
En total, la Fuerza Aérea colombiana realizó 10 vuelos de repatriación entre finales de enero y febrero. A ello se le suman dos vuelos que envió Venezuela a Texas para repatriar a casi 200 venezolanos el 10 de febrero, luego de un año en que el régimen de Nicolás Maduro se negó a recibir vuelos con deportados de Estados Unidos.
Venezuela también envió otro avión de la aerolínea Conviasa a Honduras para recoger a 177 venezolanos expulsados desde la base naval de Guantánamo, Cuba, el 20 de febrero.
La Administración Trump ha difundido imágenes de inmigrantes subiendo encadenados a los aviones militares y el zar de la frontera, Tom Homan, aseguró en enero que todos los días despegarían aeronaves del Ejército con deportados. Pero los expertos creen que el uso de aeronaves militares fue una estrategia propagandística para incrementar la visibilidad de las operaciones de Trump contra de la inmigración ilegal y persuadir a los inmigrantes para que desistan de cruzar a Estados Unidos sin permiso.
“ No es ni eficiente ni productivo (…) pero no me sorprende el uso de aviones militares”, dijo a Noticias Telemundo Ariel Ruiz Soto, analista sénior del Instituto de Política Migratoria, con sede en Washington D.C.
“ Es una táctica del presidente Trump para reducir los incentivos para llegar a la frontera de manera irregular y también aumentar cierto sentimiento de miedo en la comunidad inmigrante indocumentada, de que podrían ser sujetos a deportación, aun cuando la mayoría de ellos no lo serían”, explicó Ruiz.
Los datos parecen indicar que la estrategia publicitaria de los vuelos militares, junto con el despliegue de tropas en la frontera sur, el aumento de los arrestos de indocumentados y las imágenes de inmigrantes encadenados, le están dando resultados a Trump para detener el flujo de personas que intentan cruzar a Estados Unidos sin permiso. Según el Departamento de Seguridad Nacional, en febrero se registraron 8,347 detenciones de inmigrantes que cruzaron sin permiso desde México, la cifra más baja en 15 años.
Y esa abrupta caída se refleja en la disminución de los vuelos de deportación. Ahora, con menos cruces, también hay menos personas para deportar de inmediato, dijo Ruiz.
“ Durante la Administración Biden, especialmente a principios del 2024, la mayoría de las personas que deportaban eran aquellas que apenas habían cruzado la frontera con México y Estados Unidos”, explicó.
“ Para mantener ese tipo de deportaciones altas del presidente Trump tiene que depender de arrestos en el interior del país”, dijo. Pero detener y expulsar a los inmigrantes indocumentados que llevan años viviendo en Estados Unidos, y que tienen derecho a un proceso en las saturadas cortes de inmigración, puede llevar años.
En Centroamérica, el descenso de la migración irregular a Estados Unidos en las primeras semanas del año también se ha notado en el tipo de deportados que llegan vía aérea. El año pasado, 8 de cada 10 deportados que recibió Guatemala fueron detenidos en la frontera. Actualmente, la tercera parte de los guatemaltecos que recibe el país llevaban años viviendo en Estados Unidos, explicó Danilo Rivera.
“ Estamos empezando a recibir un poco más de personas que tuvieron la experiencia de vivir, trabajar y desarrollar su vida en Estados Unidos”, dijo.
En 2023 por Honduras se movían a diario, en promedio, unos 1,500 migrantes con rumbo a Estados Unidos. “Hoy no estamos llegando ni a 100 o 150 personas que transitan por nuestro país”, dijo Wilson Paz, director de Migración del país.
“ Más bien la dinámica migratoria ha tenido un giro, ya no del sur hacia el norte, sino de norte a sur, porque muchas de esas personas están regresando a sus países y transitan por Honduras, pero a la inversa”, explicó el funcionario.
La semana pasada, las autoridades de Costa Rica y Panamá anunciaron un plan conjunto para transportar por su territorio en autobuses a los inmigrantes que van de regreso a sus países después de que no pudieron ingresar a Estados Unidos. Entre el 31 de enero y el 7 de marzo, Costa Rica registró el paso de 815 migrantes que decidieron regresar a sus países de origen, según datos que el Gobierno entregó a Noticias Telemundo.
Las autoridades esperan, sobre todo, movilizar de forma segura a inmigrantes venezolanos, ecuatorianos y colombianos, explicó el ministro de Seguridad de Costa Rica, Mario Zamora.
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