En una época donde la mayoría de los sucesos paranormales son rápidamente descartados por la ciencia o explicados con lógica, un inquietante video compartido en TikTok ha sacudido a los internautas y reabierto el debate entre creyentes y escépticos.

La cuenta @ten_miedo publicó una grabación que rápidamente se volvió viral. En el clip, se observa lo que parecen ser dos figuras infantiles, supuestamente niñas fantasma, que aparecen en medio de un campo desolado durante la madrugada.

Las imágenes muestran a estas figuras jugando y corriendo libremente en la oscuridad, como si estuvieran disfrutando de un día cualquiera… pero sin nadie más alrededor.

El escenario es perturbador: un paraje solitario, una noche cerrada y dos siluetas pequeñas emergiendo de la oscuridad. Aunque no se ha confirmado el lugar exacto donde ocurrió el encuentro, el ambiente del video transmite una sensación helada, difícil de ignorar.

@ten_miedo

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♬ sonido original – 👹⸸Hora del miedo⸸👹

Ambas figuras presentan características inquietantes: vestidas de blanco, con cabello largo y oscuro, se ven casi translúcidas, como si estuvieran formadas por la misma niebla que las rodea. Una de las escenas más inquietantes ocurre cuando una de ellas se sienta en un columpio colgado de un árbol, mientras la otra la empuja, en una imagen que parece sacada directamente de una película de terror.

El autor del video relata que, al intentar acercarse para obtener una mejor vista, las figuras no reaccionaron ni respondieron a ningún llamado. Lo más desconcertante fue que, al llegar al lugar donde deberían estar, no había ni rastro de las niñas… ni del columpio.

Esto ha generado un sinfín de reacciones en redes sociales. Mientras algunos usuarios creen firmemente que se trata de un encuentro sobrenatural, otros sostienen que podría tratarse de una elaborada broma o montaje.

El misterio no termina ahí, agunos seguidores de lo paranormal han planteado una teoría aún más escalofriante: que estas figuras no serían espíritus de niñas, sino entidades demoníacas adoptando formas inocentes para engañar a los humanos, una creencia común en ciertos círculos del ocultismo que sugiere que los demonios pueden manifestarse como niños para generar confianza y vulnerabilidad.

Información de Excélsior.