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Por Grupo Zócalo
Publicado el viernes, 24 de junio del 2022 a las 20:23
Monterrey.- Ante el anuncio e invitación a un baño masivo en el paseo Santa Lucía, más de 50 elementos de Fuerza Civil estaban de vigilantes para no permitir que la gente que acudiera al llamado se metiera, lo cual no fue respetado por los asistentes, quienes sin temor saltaron al agua.
Veinte minutos antes de las 6 de la tarde, hora pactada en el flyer en redes sociales, se puede apreciar en los bajos del Museo de Historia Mexicana el dispositivo de seguridad expectante.
En punto de las 7 de la noche, el llamado baño masivo inició en el lago del paseo Santa Lucía.
Una mujer que dijo llamarse Mariana Roque, fue la primera que, tras decir que “va por todos”, y mentarle la madre al gobernador en par de ocasiones, se lanzó al agua.
Tras de ella, poco más de una docena de jóvenes se lanzó uno a uno al lago, y comenzó desde el agua su protesta pacífica.
El escenario de esta protesta atípica en el nuevo Nuevo León, contó con unas escalinatas del Museo de Historia Mexicana llenas de observadores, medios de comunicación y policías.
Mientras que dentro de las escenas particulares se oía al “organizador” del baño masivo decir que no hablaría con los medios de comunicación.
Por otra de las pistas, familias completas comiendo fritos y tomando refresco.
Y por una más, la de los vendedores de todo tipo a la espera de hacer su agosto en junio.
Minutos después se agregó un acto más, al desplegar unos jóvenes una manta con la leyenda: Pereyra, Cartagena y Bague.
Destacar que estas personas de las mantas se fueron inmediatamente después de desplegar su mensaje.
Al cual no se le veía una relación directa con la protesta.
Antes y después de que la gente se metiera al agua, un oficial de Fuerza Civil les reiteró que el lago contenía químicos y no era recomendable estar dentro de ese lugar.
A pesar de la advertencia oficial, y de que fue evidente cómo desde una lancha temprano aplicaban el químico al lago, un padre de familia ayudó a sus dos hijos pequeños a meterse al sucio lago.
A las 19:30, otro grupo de ocho jóvenes tomó vuelo, valor y se lanzaron de clavado a la improvisada “alberca”.
Pasada esa hora, aquello se convirtió en una “competencia” de clavados, y luego de cada uno de ellos, las carcajadas del público cautivo.
Con una pistola de juguete en sus manos, y desesperada por la falta de agua, una señora que se identificó como maestra de educación básica en el municipio de Guadalupe, lanzó el reto al gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, de vivir un día en su casa.
Mariana Roque llegó al llamado del baño masivo en el paseo Santa Lucía, y sin miedo, reiteró, ya no es posible aguantar esta situación.
“ Samuel, ve a mi casa, te invito a que vivas un día en mi casa, que te levantes y de ahí te vayas a palacio de Gobierno, para que te des cuenta lo que se batalla con el agua.
“ Y para que te bañes a jicarazos, Samuel, te reto que te bañes a botes, ya basta, Samuel”, enfatizó.
Por su parte un oficial de Fuerza Civil habló con ella y le aclaró que la presencia de los 50 uniformados no era para impedir que se introduzcan al lago del paseo Santa Lucía.
Información por Milenio
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