No es quién se las hizo, sino quién se las paga… y a Román Alberto Cepeda ya le traen la factura. En el círculo cerrado de los “Romanitos”, que dirige José Elías Ganem Guerrero, la paranoia es por la información que ha soltado el senador Luis Fernando Salazar.
Sobre el cochinero del SIMAS, según ellos, tiene identificado al autor: Xavier Herrera. Así de fácil quieren explicar lo inexplicable. Como si señalar a Xavier sirviera para tapar el sol con un dedo…
Cómo andarán las cosas, y qué tan en serio se tomarán la política y el servicio público en el Ayuntamiento de Torreón qué funcionarios de primer nivel recurren a esferas, altares y espíritus para tratar de visualizar el futuro.
Resulta que Johan Uribe, actual director de Comunicación Social del Ayuntamiento, practica la brujería y la magia negra. Ya lo detectaron y lo comentan entre dientes en el mismo edificio de la alcaldía.
Pero la cosa no queda ahí. En el primer círculo del alcalde Román Alberto Cepeda despacha un tal Jorge “Jorgito” Saucedo, exmilitante panista que dejó el el albiazul su huella como vidente de cabecera. Dicen que en su época azul le prometió la alcaldía a más de un suspirante… y no le atinó ni una.
Hoy, en la administración priista, Jorgito sigue haciendo pronósticos, pero con los mismos resultados: cero aciertos y muchas risas. Al paso que van, en vez de gabinete, van a terminar montando una cajita del niño Fidencio.
Por cierto, muy religioso resultó Pablo Fernández Llamas, para más señas director de Inspección y Verificación en Torreón. Dicen que pertenece a La Luz del Mundo o al Séptimo Domingo, eso no está del todo claro, pero lo que sí se sabe es que metió a la nómina municipal a dos pastores —jerarcas de su iglesia— y lo peor del caso es que ya los echó a perder.
En lugar de andar predicando, andan cobrando a los comerciantes, en especial a los de los cerritos, donde instalar un bazar puede costar hasta 15 mil pesos… y si quieren.
La boda del diputado Antonio Attolini Murra, prevista para este mismo año, genera más expectativa en los corrillos políticos que en las revistas del corazón. Y es que, más allá del vestido, las flores o el menú, lo que de verdad importa es la lista de invitados… particularmente si aparecen dos nombres: Luis Fernando Salazar y Cecilia Guadiana.
El primero, senador y cabeza del grupo político al que Attolini pertenece -según esto-. La segunda, también senadora, con quien en las últimas semanas el diputado mostró una cercanía que no pasó desapercibida. ¿Los dos estarán invitados?
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