Saltillo, Coahuila.- “La Hija Predilecta de México”, con este nombre se conoce a Esperanza Iris, cantante, vedette y actriz mexicana que formó un legado en torno a su figura, pero que se ha olvidado en torno al tiempo. Silvia Cherem recupera a este personaje para dar forma a su novela Esperanza Iris (Planeta, 2017) y relatar la vida de un país convulso y, a la vez, glamoroso en su decadencia.

“La primera vez que supe sobre la bomba en el avión provocado por Francisco Sierra, último esposo de Esperanza Iris, fue en un viaje que hice mientras estuve en las Galápagos y una mujer llamada Roxanne Makin-Carson me cuenta sobre una tragedia familiar que envuelve a México, a mí me sorprende en gran manera la historia del bombazo en el vuelo de Esperanza Iris porque no creo que es algo que haya pasado en la historia del país.

“Me propongo hacer un reportaje para un periódico, pero conforme me adentraba en los archivos de la hemeroteca, y en un libro que encontré en Inglaterra, además de variadas fuentes me di cuenta que la historia realmente valía la pena para expandirla en una novela”, comentó Cherem en entrevista con Zócalo.

ENTRE GÉNEROS

La novela tiene capas dentro de sus lecturas. Con una investigación profunda, Silvia Cherem crea un libro que avanza entre las novelas criminales y los repasos históricos de una época en la que México y el mundo estaban en suspenso por una posible guerra.

“No quería que la novela tuviera el estilo de un recuento histórico de los hechos que sucedieron en la vida de Esperanza, y para esto tuve que leer mucho, así llegué a la literatura negra en donde creo que encontré el punto efectivo para no aburrir al lector.

“Aún así el libro puede leerse como una novela negra, como un thriller de época y como una crónica del México y de los Estados Unidos de esos tiempos, pues también muchas de las personas que venían en el avión eran estadunidenses quienes estaban dentro del régimen macartista, el cual se alzaba en una manera despiadada en contra de cualquiera que fuera contrario a la ideología de Estados Unidos”, declaró la ganadora del Premio Nacional de Periodismo 2005.

Además de dibujar un vívido cuadro de la época, Cherem se muestra como una creadora de personajes que se mueven como seres reales dentro del mundo que habitan, pues para ella uno y otro aspecto de la narrativa tienen que unirse para dar valor real a la investigación.

“Creo que uno de los puntos importantes de escribir una novela es que se deje entrever todo el esfuerzo académico que se hizo para crearla. En mi caso, no busco que sea una lectura directa sino que se vaya descubriendo según hago un retrato de la época y este momento mexicano es podríamos decir un ‘actor’ de la obra que influye en el resto de personajes, incluyendo a la misma Iris.

“Pero también hay que decir no sólo el contexto social de la época es influyente porque hay personajes como Esther Magallanes, de quienes no había información directa, sino que sólo a través de fotografías que encontré de ellos pude hacer un retrato y una reconstrucción de su personalidad con base en el mundo en el que se mueven y a través de ellos dar un mismo retrato del teatro de la época”, comentó.

FIGURA CENTRAL

Si bien, Cherem dibuja en su novela un mundo en el que los conflictos políticos están en una visión constante, lo que realmente marca un punto es la figura de la cantante, quien gracias a su forma de vida, su vida en sí y su valor cultural para México es un complejo personaje literario y real de amplias dimensiones, según la autora.

“Lo verdaderamente importante en la novela es la figura de Esperanza Iris, su historia personal me impacta cuando conozco todo sobre ella. Era una mujer que viajaba por toda América, en todos los escenarios que uno pueda imaginarse, desde Perú y Bolivia, hasta Panamá y Argentina mientras México estaba en plena Revolución”.