Saltillo, Coah.- ¿Eres un joven de entre 20 y 24 años y te apellidas Hernández o Rodríguez?, entonces eres parte del “gran elector” coahuilense. Quienes tengan estas características forman el bloque más grande de personas con credencial de elector en la entidad, de acuerdo con el padrón electoral del INE.

Los partidos políticos y los candidatos a cargos de elección popular se enfrentarán durante este 2017 a las exigencias de los millennials, el grupo “todopoderoso” que decidirá el próximo 4 de junio quién será su Gobernador, Alcalde y diputado.

Los millennials nacieron entre 1981 y 1995, y de acuerdo con la información actualizada del Instituto Nacional Electoral en Coahuila representan el 35% de los posibles votantes, es decir que uno de cada tres votos podrían venir de este sector poblacional.

En las elecciones locales del 2011 solamente sufragó el 57% del electorado, lo que significa que si los millennials salen a votar en masa por un solo candidato a Gobernador, podrían convertirlo inmediatamente en ganador, pues al representar el 35% del padrón, son más del 50% del voto real.

Las mujeres

En Coahuila, los millennials están divididos en tres niveles; el primero incluye a gente que tiene entre 20 y 24 años, son el más grande con el 12.9% del padrón, algo así como 269 mil personas, una cifra que equivale a dos veces la población de todo el municipio de Acuña.

El segundo es el de los 25 a los 29 años –242 mil posibles votantes–, lo mismo que la población de Monclova; y finalmente el tercer nivel son los que tienen entre 30 y 34 años, el 10.2% del padrón, una cifra comparable con los habitantes de las ciudades de Piedras Negras y Madero juntas.

Con esta capacidad poblacional, los generacionalmente llamados millennials no tienen competidor, ni siquiera las personas de la tercera edad que son tan socorridas por los programas sociales y los partidos políticos; los ancianos representan en el estado el 15% de los posibles votos, 20% menos que los jóvenes.

Para los millennials la equidad de género respecto a la posibilidad de emitir su voto no es un problema, pues son casi exactamente la misma cantidad de hombres y mujeres los que forman el bloque, ellas representan el 51% y ellos el resto.

Esta tendencia se repite a nivel nacional. Según la información del INE el porcentaje solamente se mueve un punto más o menos a favor o en contra de alguno de los dos grupos; esto le da a las mujeres –en teoría–, la oportunidad de elegir a políticos que representen sus intereses en puestos públicos.

En el caso de Coahuila, ninguna de las tres boletas para Gobernador, Alcalde y diputados se quedará sin una mujer como opción de voto.

Eligen al Gobernador

En Coahuila hay tres grandes familias electoras: los Rodríguez y sus parientes los Hernández y los Martínez, juntos son 419 mil posibles votos, y representan el 20% de todo el padrón electoral.

Dos de cada 10 votantes que asistan a las urnas para elegir al próximo hombre o mujer que dirija Coahuila tendrán como apellido parterno o materno alguno de estos tres.

Según la última encuesta de Reforma sobre las preferencias electorales, el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Armando Guadiana Tijerina, concentra el 13% de las simpatías y está en el tercer lugar rumbo a la Gubernatura.

El anterior porcentaje sirve para dimensionar el poder electoral de quienes poseen alguno de estos tres grandes, pues si los Rodríguez, Hernández y Martínez tuvieran un candidato de unidad, ellos solos lo podrían ubicar en tercer lugar e inmediatamente ponerlo dentro de la competencia por el Gobierno estatal.

Coahuila no es la única entidad que vive con una mayoría electoral de los Rodríguez; Zacatecas se encuentra en la misma situación, y en lo que a los Hernández y Martínez respecta, estos son mayoría en 16 estados más.

Escolaridad a la urna

La cantidad de coahuilenses que terminan la universidad y que tienen otra óptica de la política y de la educación cívica es cada vez mayor.

A estas elecciones de 2017, Coahuila llega con el 21% de su población con estudios superiores terminados (un pocentaje mayor al de 2011), de acuerdo con datos del INEGI actualizados en 2015. Otro 21% de los habitantes terminaron la educación media superior y representan un potencial grupo electoral.

Las cifras anteriores afirman que 42% de los posibles votantes tiene terminada por lo menos la preparatoria o el bachillerato, estudios que lo posibilitan para acceder a un trabajo con el cual darse sustento a él y a su familia en el caso de que la tenga.

El nivel educativo del elector le da autonomía a la hora de votar, pues no necesitará –forzosamente– de una despensa o dinero de un candidato o partido y así podrá elegir sin que su decisión sea coaccionada o corrompida con recursos.

Están marginados

De cada 10 votos que emitan los coahuilenses en junio, 8 de ellos serán de creyentes católicos, los otros dos se lo dividirán otras religiones y sectas con presencia en la ciudad: cristianos, testigos de Jehová, mormones, judíos, musulmanes, budistas y quienes no profesan ninguna.

El dato trasciende porque la Ley Electoral dedica su Artículo 16 a las especificaciones y castigos que tendrían los ministros de culto si llamaran al voto por alguno de los candidatos o partidos que se presentan a las elecciones.

Así como las religiones, además de la católica y el ateísmo o agnosticismo, representan un porcentaje menor, los electores que viven en los medios rurales, que conocen y padecen las necesidades del campo como la falta de vías pavimentadas, agua y servicios públicos de calidad son representados apenas por el 10% del padrón electoral.

Ahí mismo, entre los pocos hay todavía minorías más pronunciadas, como lo son los votantes que hablan además del español una lengua indígena o que incluso solamente hablan una lengua indígena o dialecto, no llegan ni a los 3 mil habitantes y no todos ellos son mayores de edad.

Mientras en otros estados como San Luis Potosí, los candidatos tienen que aprender algunas palabras por ejemplo, en náhuatl, a los aspirantes coahuilenses poco les ayudaría a la hora de conseguir votos, pues ese público es el menor.