Desde que murió el papa Francisco, no he dejado de pensar en él y en todas sus sabias reflexiones, descubiertas por mí, desafortunadamente, demasiado tarde. Confieso que tiempo atrás no prestaba atención a sus palabras, a sus homilías y menos a las entrevistas que solía ofrecer de vez en cuando. Qué lástima que sea hasta ahora que lo descubra como representante de la Iglesia católica, pero sobre todo, como un jesuita sabio, humano, cercano y muy cercano a mi idea de la religión católica que practiqué cuando era joven. De alguna manera el fallecimiento del papa Francisco me ha acercado un poco más a una fe que sentía cada vez más lejana.
Apenas ayer difundieron en las redes un video del papa Francisco, recientemente grabado, cuyo tema me parece fundamental: “Una cosa muy importante en la vida es escuchar. Aprender a escuchar. Cuando una persona te habla espera que termine para entenderlo bien. Luego si te escucho puedo decir algo. Pero escuchar es importante. Fíjate bien en las personas que no escuchan, a la mitad tienen una explicación y responden. Y eso no ayuda a la paz. Escucha, escucha mucho y no te olvides de los abuelos. Los abuelos nos enseñan tanto. Rezo por ustedes. Recen por mí”. Cuánta razón tenía su Santidad. A mí, mis nietos no me escuchan, después de dos minutos de un monólogo, el cual siempre trata de ser amable, se desconectan. Ya no me escuchan, ni les importa lo que diga. ¿Cómo entonces poder hacer contacto con ellos? ¿Cómo establecer un diálogo y una cercanía? Recuerdo que de niña, nada me gustaba más que escuchar a mi abuela platicarme de cuando vivía en Guadalajara y le gustaban mucho los arrayanes y los limones reales. Siento que a mis seis nietos de diferentes edades y sexo no les interesa lo más mínimo mi nostalgia, de allí tal vez que nunca me visiten. Como se dice ahora: “les doy hueva”. Ya no me queda mucho tiempo de vida y ellos sí tienen muchos años por vivir. Por más que la Inteligencia Artificial esté muy desarrollada, ni modo que nos comuniquemos por Zoom desde el cielo.
Qué razón tenía el papa Francisco respecto a saber escuchar a los abuelos. Enrique, mi marido, aun siendo el nieto mayor, nunca conoció a ninguno de sus abuelos muertos en la Segunda Guerra Mundial y lo lamenta muchísimo. Ahora que es abuelo, no ve a sus nietas, por razones totalmente diferentes. ¡Qué tristeza y qué injusticia! Me imagino que esta situación de lejanía se repite con mucha frecuencia y en todo el mundo. No en balde el papa Francisco dijo: “En muchos ancianos podemos advertir ese sentimiento de resignación del que habla el libro de Rut, cuando relata que la anciana Noemí -después de la muerte del marido y de los hijos- invitó a sus nueras, Orpá y Rut, a regresar a sus países de origen y a sus casas. Noemí, como tantos ancianos de hoy, teme quedarse sola, pero no consigue imaginar algo distinto. Como viuda, es consciente de valer poco ante la sociedad, y está convencida de ser un peso para esas dos jóvenes que, al contrario de ella, tienen toda la vida por delante. Por eso piensa que sea mejor hacerse a un lado y ella misma invita a las jóvenes nueras a dejarla y a construir su futuro en otros lugares” (mensaje del santo padre Francisco, para la Cuarta Jornada Mundial para los Abuelos, 05-2024).
Hablemos ahora de los “boomers” que no serán abuelos. En un espléndido reportaje publicado en el diario El País, el 20 de marzo de 2025. Muchos de ellos dieron por hecho que tendrían nietos, pero la generación de “baby boomers” ahora se da cuenta que la posibilidad de ser abuelos se ha reducido, conforme pasa el tiempo. Y muchos de sus hijos han tomado la decisión de no tener descendencia por razones diversas y en algunos casos prefieren no tener dicha posibilidad simplemente por cuestiones “socioeconómicas”. La periodista María D. Valderrama: “En España el número medio de hijos por mujer se redujo hasta 1.12 en 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Entre 2013 y 2023, el número de nacimientos ha caído un 24.7% y la edad media de las madres se sitúa ahora en 32.6 años, con un 10.8% de mujeres que llegan a la maternidad, con más de 40 años, comparado con el 6.8% en el 2013”.
Nietos y nietas de todo el mundo, el papa Francisco dijo unas horas antes de morir que escuchen a sus abuelos y abuelas, que les presten atención porque ya no les queda mucho tiempo. ¡Agarren la onda!
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