Monterrey.- Adalina Dávalos acusó de violencia al ex Gobernador Jaime Rodríguez y aseguró que durante muchos años guardó silencio frente a una serie de acciones de control y desvalorización que fueron ejercidas durante su matrimonio.

En un escrito, la ex esposa de “El Bronco” afirmó que más allá de una disputa legal por una casa, las acciones tomadas por ella se tratan de un acto de dignidad, de amor propio y de protección a sus hijos.

EL NORTE publicó hoy que, tras haber estado juntos durante el mandato que concluyó en el 2021, Rodríguez y Dávalos enfrentan denuncias recíprocas al disputarse la casa que compartieron en el Municipio de García.

Tras la publicación, además de acusarlo de violencia Dávalos afirma que el ex Gobernador prefiere ocultar bienes antes de reconocer las consecuencias de sus actos.

“Durante muchos años guardé silencio frente a una serie de acciones de violencia, control y desvalorización que se ejercieron en mi contra durante el matrimonio”, detalló la ex Primera Dama. “Ese silencio no fue indiferencia, fue el resultado de vivir bajo el peso de la intimidación, del miedo y del poder. Hoy por mi y por mis hijos he decidido recuperar mi voz.

 

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“Esta no es una pelea por una casa. Es un acto de dignidad, de justicia y de protección hacia mis hijos, frente a quien prefiere ocultar bienes antes de reconocer las consecuencias de sus actos.

“No busco venganza. Busco verdad, respeto y un cierre digno para nuestra historia”.

El ex Gobernador Jaime Rodríguez acusa a Dávalos de haberlo despojado de la propiedad en la que habita, en la calle Morelos del Centro de García, mientras ella sostiene que es su casa y que él la amenazó de muerte el pasado 3 de noviembre.

En la carpeta de investigación 130725/2025, a la que EL NORTE tuvo acceso, Dávalos refiere que el 2 de noviembre llevó a sus tres hijos menores de edad a convivir con su padre a una carrera de caballos, en San Antonio de las Encinas, Coahuila, y al regresar a Nuevo León decidió quedarse en la casa en García.

Relata que minutos después de entrar a la propiedad recibió una llamada de su ex esposo.

“En un tono agresivo me empieza a reclamar”, expone Dávalos en su denuncia, “y ofender de por qué me encuentro en mi casa y elevándome el tono de voz, amenazándome diciéndome: ‘Te va llevar la chingada cabrona, me estás robando, te voy a meter al Penal o te voy a matar'”.