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Grupo Zócalo
Publicado el martes, 22 de julio del 2025 a las 01:00
Ciudad de México.- Una posible medida de represalia comercial anunciada por la presidenta Claudia Sheinbaum podría provocar un impacto económico significativo en Estados Unidos, afectando a más de 22 mil empleos relacionados con las exportaciones de pollo y cerdo hacia México.
Actualmente, estos productos representan alrededor del 16 % del valor total de la producción agrícola estadounidense, siendo México uno de sus principales destinos de exportación. En 2024, las ventas de carne de cerdo a México ascendieron a 2,715 millones de dólares, de los cuales 1,901 millones correspondieron a piernas de cerdo.
Las regiones que más dependen de estas exportaciones —Iowa, Minnesota, Carolina del Norte, Illinois e Indiana— concentran el 69 % de la producción nacional y podrían ser las primeras en sentir los efectos de una medida comercial de este tipo. Cabe destacar que varios de estos estados tienen un historial de apoyo electoral al expresidente Donald Trump.

En el caso del pollo, las exportaciones de piernas y muslos alcanzaron los 768 millones de dólares en 2024, mostrando un crecimiento considerable respecto al año anterior. Los principales estados productores —Georgia, Arkansas, Alabama, Carolina del Norte y Mississippi— también podrían enfrentar repercusiones si los aranceles se concretan.
Para México, una medida de este tipo también implicaría consecuencias: de acuerdo con el Consejo Nacional de Pollo de EU, se eliminarían hasta 250 mil toneladas métricas del mercado, lo que reduciría el consumo interno en 163 mil toneladas y provocaría un aumento de precios de hasta doble dígito, dependiendo del nivel del arancel.
La carne estadounidense, especialmente en regiones del norte de México, permite que familias de bajos ingresos accedan a una fuente básica de proteína. Un aumento abrupto en su costo podría incluso alimentar la presión inflacionaria, algo que el Banco de México busca controlar tras los efectos de la pandemia.
En 2018, México ya había utilizado aranceles a productos agrícolas, como respuesta a los gravámenes estadounidenses al acero y aluminio. En esa ocasión, la medida afectó productos como pierna de cerdo, manzanas, whisky y papas, lo que incrementó la tensión bilateral hasta que se eliminaron los aranceles en 2019 durante la negociación del T-MEC.
A pesar de este contexto, la presidenta Sheinbaum insistió en que México no busca la confrontación, pero sí proteger sus intereses:
“
Queremos que Estados Unidos respete a México. Mi tarea fundamental como presidenta es proteger al pueblo y a nuestra nación”, afirmó.
También señaló que se están evaluando opciones para fortalecer la producción nacional de carne y jitomate, con el fin de depender menos de las importaciones y fortalecer el mercado interno.
Con información de Milenio.
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