Seguridad
Por
Sipse
Publicado el jueves, 4 de agosto del 2011 a las 20:41
Mérida, Yuc.- La casa del asesino suicida Gregorio Hidalgo Magaña Salazar, ubicado en el número 112 de la calle 9 entre 14 y 14-A del fraccionamiento Mulsay, y que lucía varias imágenes religiosas en la fachada, tiene un letrero de advertencia de no entrar sin autorización, cámaras de vigilancia y sistemas de alarma, así como un vigilante, por lo que los vecinos presumen que este individuo podría haber estado enfermo mentalmente, pues padecía de “delirio de persecución”.
Además, los vecinos aseguran que la agresividad de este individuo no tenía límites, ya que en una ocasión agredió a golpes a un adolescente y constantemente amenazaba a las personas con su pistola.
Mencionaron que los dos niños más grandes, Marie y Carlos, de 13 y 9 años de edad, eran los que más sufrían de las agresiones de este individuo, además que los obligaba a trabajar en el tianguis que se realiza en la colonia Francisco I. Madero los sábados. Los niños no eran hijos del asesino, sino de la primera pareja de la hoy occisa Janie Rosaura Salazar Pérez, de nombre Francisco Javier Ucaña.
La misma agresividad de Magaña Salazar provocó fuera denunciado el 20 de abril pasado ante el Ministerio Público por Luis Fernando Ramírez Saldívar por el delito de lesiones, que quedó asentado en la averiguación previa 562/6/20111, al igual que por Isela Ramírez Saldívar por amenazas.
Los vecinos señalan la ahora occisa, Janie Rosaura Salazar Pérez, lo había denunciado el 24 de junio pasado por el delito de lesiones, ya que le dio una golpiza, misma que quedó registrada en la averiguación previa 998/2/2011.
Sin embargo, esta persona sólo estuvo detenida en los separos de la Policía Ministerial 72 horas, ya que obtuvo su libertad mediante una fianza, ya que las lesiones ocasionadas a Janie Rosaura no fueron de consideración.
Esto provocó que el 7 de julio pasado este individuo sacara de la casa a la mujer y al día siguiente cambió las cerraduras e, incluso, llamó a la SSP para acusarla de robo, por lo que ella se fue del domicilio conyugal con sus cinco hijos para ir a radicar al predio del fraccionamiento San José Tzal con una amiga, pero regresó el viernes pasado, cuando el sujeto la fue a buscar a bordo de su Ford Focus blanco. En esa ocasión, Magaña Cervantes amenazó a la amiga de Janie Rosaura, diciéndole que la dejara en paz y no se metiera en su relación.
Pero el sábado pasado Janie Rosaura fue agredida de nuevo por Magaña Salazar, por lo que abordó un taxi y logró llevarse a los tres hijos más grandes, y el individuo se quedó con los dos más pequeños.
El lunes pasado, el día de la tragedia, el sujeto se fue con los tres niños en su automóvil y los vecinos no supieron más hasta que se enteraron de las noticias de la matanza.
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