¿Así o más obsesionado?
Quien está buscando cualquier recoveco en la ley para ser candidato a como dé lugar es Luis Fernando Salazar Fernández, El Hooligan, como lo llaman en La Laguna, quien, después de que la Sala Superior del Tribunal Electoral federal le cerró la puerta en la nariz y no lo dejó ser candidato a alcalde, por no cumplir con el informe de gastos de precampaña, ahora pretende que Morena lo incluya como candidato a regidor plurinominal.

El expanista y ahora morenista interpuso un recurso ante el Tribunal Electoral de Coahuila, en el cual impugnó la lista de regidores plurinominales de Morena para Torreón, alegando que no fue incluido.

Hacerlo entender
Y en otro revés de los tribunales, los magistrados que encabeza Sergio Díaz Rendón, contestaron a Luis Fernando que su queja no tiene futuro, porque aunque en Morena lo hubieran incluido en la lista de pluris, está impedido por el INE para ser candidato de cualquier cargo en la planilla para Ayuntamiento de Torreón, así sea para alcalde, síndico, regidor o regidor plurinominal… Pero ni el INE ni los tribunales, y mucho menos Morena, parecen hacerlo entender.

Doble propósito
A lo mejor suena obvio, pero lanzarse a acusar sin fundamentos es otra cosa. Ya con lo que pasa todos los días en el monólogo de “la mañanera”, es suficiente y en una de esas, quienes caigan en la tentación de acusar sin pruebas, terminan por parecerse al inquilino de Palacio Nacional.
Y el que en esas anda es el dirigente del PAN Coahuila, Jesús de León Tello, quien salió a decir que el contrato por más de 2 millones de toneladas de carbón de diseño sin licitación de por medio y adjudicación directa de la CFE a la candidata de Morena a la Alcaldía de Múzquiz, Tania Flores Guerra y familia, lleva doble propósito: beneficiar “a los cuates” y conseguir financiamiento para las campañas electorales de la cuatroté.
¿Sabrá el dirigente panista que quien acusa está obligado a comprobar?

Una tras otra
La que no sale de una cuando ya está metida en otra es Tania Flores Guerra, la candidata de Morena a la Alcaldía de Múzquiz, de quien esta semana se supo que junto a su hermano Antonio Flores “ganó” un contrato con la Comisión Federal de Electricidad para surtir más de 2 millones de toneladas de carbón de diseño, o especializado, que antes abastecía la hoy desaparecida Micare, de Grupo Acerero del Norte.

Y el nuevo escándalo para Flores Guerra se dio cuando todavía está presente el tema de la bodega con más de 2 mil despensas que, según denuncias ante fiscalías para delitos electorales, habría estado a punto de repartir a cambio de votos.

Eso sí, nadie podrá negar que la abanderada de Morena es consentida de la cuatroté y de ello pueden hablar los contratos de adjudicación directa que le dan Manuel Bartlett y la CFE.

Agarró vuelo
Como dice el dicho: lo que para unos es desgracia, para otros es fortuna, y al que ven muy contento, más aún por los últimos acontecimientos en Múzquiz, es a Héctor Miguel García Falcón, mejor conocido en la Región Carbonífera como “El Gachupín”, quien abandera al PRI en la elección por la Alcaldía.

Hay comentarios de que el candidato priista, quien pareciera sacado de una serie de Netflix, agarró vuelo en el arranque de la segunda mitad de las campañas electorales. Quién sabe, a lo mejor el sombrero, la barba cerrada y la camisa desabotonada le ayudan.

Lo echaron a perder
No fueron los jubilados de la Sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación los que la semana pasada se plantaron frente a Palacio de Gobierno, sino integrantes de Morena.

Por lo menos es lo que el propio partido de la cuatroté dejó ver en un oficio que dirigieron a las autoridades, para pedirles que se atiendan las demandas de los extrabajadores del magisterio.

El escrito no lo enviaron los jubilados sino la cúpula de Morena en el estado: José Guadalupe Céspedes Casas, secretario general en funciones de presidente del Comité Estatal; Raúl Yeverino García, presidente del Consejo Estatal y candidato en la planilla de Morena en Saltillo, y Eleazar Cabello Palacios, miembro del Consejo Consultivo, también de Morena. Si el movimiento de protesta era auténtico, vaya manera de echarlo a perder con ‘politiquerías’, como diría ya saben quién.