Al norte de la ciudad, sobre el bulevar V. Carranza, no muy distante de dos reconocidas instituciones de educación media superior y tecnológica de Saltillo, opera una cantina que se presenta como marisquería, una estrategia mercadológica que ha resultado efectiva para impulsar sus ventas de alcohol de manera sostenida a lo largo de varios años.
Para atraer clientela, el establecimiento implementa una táctica comercial clave: durante los dos primeros días de la semana laboral ofrece una promoción de “dos por uno” en algunos platillos, lo que incentiva la asistencia de jóvenes y adultos. Si bien esta promoción reduce el margen de ganancia en alimentos, el consumo de cerveza se incrementa notablemente, compensando con creces la estrategia. Tan sólo entre lunes y martes, la venta de cerveza supera los 40 cartones, con un promedio de 400 latas o botellas diarias, cifra que iguala o incluso supera las ventas del fin de semana.
La clientela habitual está integrada por hombres y mujeres de entre 17 y 35 años, de clase socioeconómica media y popular, comensales que disfrutan de la libación acompañándola con alimentos del mar y música proyectada en pantallas con videos de grupos musicales que interpretan cumbia y reguetón, reforzando el ambiente de entretenimiento y socialización. Establecimientos como el mencionado son parte del pujante negocio de alcoholes en la ciudad, el cual ha crecido aceleradamente durante las últimas administraciones municipales.
El mercado del alcohol en Saltillo, como en cualquier otra ciudad del país, se conforma por productores, distribuidores, minoristas y consumidores. Y, por supuesto, también por el regulador, que en este caso es el Gobierno municipal de Saltillo. Dos productores extranjeros -ambos europeos- controlan 98% del mercado cervecero en México, y Saltillo no es la excepción. Los principales distribuidores son los propios productores, que utilizan tiendas de conveniencia para ofrecer sus productos al público.
En cuanto a los minoristas, se estima que alrededor de 550 establecimientos -entre bares, cantinas, hoteles, centros nocturnos y otros giros relacionados- distribuyen alcohol en Saltillo, concentrando una parte relevante de los 17 mil 418 empleados del sector comercio, servicios y turismo registrados en 2024, en puestos como meseros, cocineros, personal administrativo y de seguridad. (Fuente: massinformacion.com.mx). El consumo de cerveza tiene una participación de más de 70% en el mercado de las bebidas embriagantes en México. Un saltillense, siguiendo los patrones de ingesta nacionales, consume en promedio 1.3 litros de cerveza por semana, aunque generalmente lo hace de jueves a domingo (Fuente: https://www.contramuro.com).
Rentabilidad
El beneficio económico de los grandes productores de cerveza en México se obtiene al colocar sus productos en el mercado por encima de su costo de producción, que oscila entre 5 y 10 pesos por unidad, dependiendo de la marca y el volumen de producción. El negocio para ellos está en el volumen de ventas tanto en el mercado nacional como internacional (exportaciones). En cambio, para el minorista saltillense que lleva la botella o copa a la mesa del cliente, los márgenes de rentabilidad dependen del tipo de bebida solicitada: una botella de licor puede venderse hasta en cinco veces su valor de mercado; en un coctel, la utilidad puede dispararse hasta un 400%, y en la cerveza, varía entre 50 y 70% sobre su precio fuera del establecimiento (Fuente: https://estudiarcocina.com).
Gasto en bebidas alcoholizadas
Las familias con mayores recursos económicos en el país gastan hasta ocho veces más que aquellas de clase menos favorecida en consumo de bebidas alcohólicas. Esta asimetría provoca que la clase alta destine un menor porcentaje de su ingreso total a la compra de alcohol, mientras que las clases bajas, por el contrario, dediquen una mayor proporción de su salario al consumo de estas bebidas. (Fuente: Enigh, Inegi) En promedio, los mexicanos gastan 158 pesos por semana en consumo de cerveza, lo que equivale a aproximadamente 33.10 pesos por unidad en bares. (Fuente: sinembargo.mx)
Ingresos del Gobierno municipal de Saltillo
Las licencias para vender cerveza y otras bebidas alcohólicas representan para la tesorería un ingreso anual superior a 50 millones de pesos, cantidad a la que se suma el Impuesto sobre el Ejercicio de Actividades Mercantiles (IEAM), que los negocios están obligados a pagar. Por ejemplo, la Licencia A, para venta de cerveza en botella abierta en bares, tiene un costo de 355 mil 86 pesos; en restaurante-bar, asciende a 473 mil 342 pesos. Estos permisos deben renovarse cada año.
El dinamismo del mercado se evidencia en el número creciente de autorizaciones para vender bebidas: en plena contingencia sanitaria, en 2020 se expidieron 212 nuevas licencias; dos años después, en 2022, se tramitaron 119 nuevos permisos, lo que representó un aumento mayor al 100% respecto a los otorgados en 2021 (Fuente: saltillo.gob.mx). Para seguir fomentando el consumo de alcohol, en diciembre de 2024 se autorizó una ampliación del horario de venta hasta las 4:00 a. m. Además, los negocios pueden operar también los domingos, siempre que cubran un impuesto municipal adicional (Fuente: Ley de Hacienda, 2025).
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