Córdoba, Argentina.- Con un veredicto mayoritario, Brenda Agüero, una enfermera de 30 años, fue condenada a prisión perpetua tras un juicio oral de seis meses que mantuvo en vilo a todo el país. Un jurado de ocho personas y dos jueces la encontraron culpable del asesinato de cinco bebés recién nacidos y del intento de homicidio de otros ocho, crímenes perpetrados en los primeros meses de 2022 en el Hospital Neonatal de Córdoba.

Las alarmas se encendieron en 2022 cuando una inexplicable serie de muertes de bebés sanos comenzó a registrarse en el Hospital Neonatal de Córdoba. Caso tras caso, entre marzo y junio de ese año, recién nacidos en condiciones saludables perdían la vida en circunstancias similares, lo que generó sospechas dentro y fuera del centro médico.

La situación llevó a que el esposo de una de las médicas del hospital presentara una denuncia un mes después del último incidente. Las autopsias revelaron un alarmante hallazgo: excesos de potasio y de insulina en los cuerpos de los recién nacidos. Según la investigación, estas sustancias solo podían explicarse por una inoculación externa, es decir, por haber sido inyectadas intencionalmente.

A medida que avanzaba el caso, la hipótesis de los fiscales se centró en Brenda Agüero. Se presumía que la enfermera aplicaba estas dosis mortíferas con la intención de destacarse entre sus compañeros al “descubrir” las anomalías y dar aviso a sus superiores.

Durante el juicio, se informó que Agüero fue la única persona presente en todos los casos, a pesar de que su asignación principal era el cuidado de las madres y no directamente de los recién nacidos. Sin embargo, la enfermera siempre mantuvo su inocencia, declarando que había luchado persistentemente por obtener ese puesto, al que consideraba su vocación.

El fiscal Raúl Garzón afirmó que Agüero obtenía las dosis de los carros del hospital y que inyectaba a los bebés de forma errática y apresurada. Incluso, se registró que habría asesinado a cuatro recién nacidos en un solo día, el 6 de junio de 2022. Fue ese día cuando el hospital finalmente reaccionó, otorgando licencias a decenas de médicos y trabajadores de planta, incluida Agüero.

La cadena de imputaciones en el caso se extendió más allá de la enfermera, llegando hasta el ministro de Salud de la provincia, quien, sin embargo, fue absuelto por el tribunal. No corrieron la misma suerte otros implicados que sí fueron encontrados culpables, como la ex directora del hospital, el ex subdirector del área administrativa y el ex secretario de Salud, entre otros. De igual manera, se impusieron penas a los responsables del hospital y se dictaminó un resarcimiento económico a las familias de las víctimas.

Brenda Agüero, detenida preventivamente en octubre de 2022, culpó a la presión mediática de generar una “imagen distorsionada y perversa” de una asesina serial. Acusó a las madres que testificaron en el juicio de estar bajo esa misma presión, sugiriendo que sus testimonios habían sido guionados. No obstante, un informe pericial ampliado realizado a la enfermera señaló “rasgos narcisistas, omnipotentes y psicopáticos”, además de una “fuerte necesidad de atención”.

El juicio, que comenzó en enero de este año, tuvo casi 60 audiencias y contó con el testimonio de cerca de 100 testigos, incluyendo familiares de las víctimas e imputados. Ayer, 19 de junio, tras una jornada de deliberación de casi diez horas, la Cámara en lo Criminal y Correccional de 7° Nominación de Córdoba declaró culpable a Agüero con voto mayoritario.

En sus últimas palabras ante el tribunal, Agüero mantuvo firmemente su postura: “Soy inocente, jamás hice nada”, reiterando su amor por los niños. La sentencia marca un hito en la justicia argentina y busca dar cierre a un caso que conmocionó a la sociedad.