Ciudad de México.- La inmersión de los niños en la realidad virtual ha abierto un debate entre los emprendedores y los científicos que son más escépticos sobre los beneficios de esta tecnología para este sector.

El jefe de proyecto de la empresa francesa Actronika, que se encarga de desarrollar tecnologías que están vinculadas al tacto en las interacciones entre el humano y las máquinas, Mainak Chaudhuri, estuvo presente en un evento dedicado a las tecnologías digitales y dijo que para él la realidad virtual es la primera etapa hacia el famoso metaverso e hizo énfasis en que no representa ningún peligro para los niños.

Para darle fuerza a su punto, Mainak argumentó que los niños participan simplemente en una experiencia, ya que no se trata de de hacerlos participar en una lucha contra los incendios o estar implicados en un campo de batalla, también recalcó que la realidad virtual no se trata de crear sufrimiento.

Las inquietudes se han visto aumentadas sobre cómo la realidad virtual está cada vez más al servicio de los intereses económicos. Y en cómo varias empresas y gigantes del sector quieren entrar con todo a esta nueva tecnología.

Uno de los grandes inversores en esta realidad virtual es la casa matriz de Facebook, Meta; y es un actor particularmente influyente en este tipo de tecnología. Sin embargo, esta empresa ya ha llegado a tomar varias medidas para dar a los padres un poco más de control sobre el contenido al que acceden los niños en el internet.

Por su parte, la experta en ciberseguridad Kayva Pearlman, expresó que el problema es que los menores sean expuestos a un contenido que no les concierne.

De acuerdo con la agencia AFP, uno de los temores de que los niños estén inmersos en esta tecnología es que los infantes puedan ser llevados a ser creadores de contenido sin quererlo o tal vez a ser expuestos a temáticas de índole violenta o de carácter sexual.

Un ejemplo está en el testimonio de Nina Jane Patel, una emprendedora británica que fue acosada en una experiencia inmersiva digital, y quien comentó:

“

Entré en el espacio común y casi inmediatamente tres o cuatro avatares masculinos se pegaron a mí: me sentí atrapada”.

La mujer denunció que la acosaron verbalmente y toquetearon a su avatar sin su consentimiento, además de capturar imágenes de esta escena.

Para Valentino Megale, un farmacólogo estadounidense que es especialista en neurociencia, el riesgo para los menores de edad es que la realidad virtual pueda provocar cambios en su identidad, en sus emociones o en su psicología en un momento en el que están forjando apenas su personalidad.