A veces una ciudad puede tener la suerte de que sus delincuentes sean demasiado tontos, pero al mismo tiempo la desdicha de que sus policías son tan ineptas que ni a los tontos agarran. Así le pasa a Gómez Palacio, como quedó en evidencia cuando un grupo de ladrones intentó robar camionetas nuevas de un tren que las llevaba a la frontera. Era una compleja operación, como sacada de “Rápido y Furioso”, y queda claro que los malandros laguneros no son tan sofisticados. Resulta que el tren alcanzó un punto donde había presencia de policías municipales, de modo que los ladrones abandonaron la faena, pero la fortuna les sonrió porque ni siquiera con policías cerca fueron detenidos. Los policías sólo se percataron de que una de las camionetas nuevas ya estaba casi abajo del vagón, pero los muchachos del jefazo Eduardo Canul no pudieron encontrar a los ladrones y nomás le avisaron al Ejército para aventarles el problema. El otro que también queda a deber fue el vicefiscal para La Laguna de Durango, Juan Francisco Ángeles, cuyos agentes no han podido desmantelar las bandas que roban de todo, desde ganado hasta ferrocarriles.

Por cierto, ya son tres meses de que Eduardo Canul está como encargado de despacho de la Dirección de Seguridad Pública de Gómez Palacio, tras la renuncia de Iván Torres Chávez en septiembre pasado. Canul no ha recibido nombramiento formal de parte de la alcaldesa Leticia Herrera, a quien eso de la seguridad quizá no le importa lo suficiente como para darle certidumbre al liderazgo de la Policía Municipal.

Las hormigas quieren saber si el flamante subsecretario de Transporte y Movilidad de Coahuila, Fernando Gutiérrez, trae entre sus propósitos de año nuevo el arranque de operaciones de Bus Laguna para este 2024. Por lo pronto, los concesionarios del transporte público en Torreón ya cuentan las horas para ser convocados por el funcionario, de quien han recibido la promesa de avanzar (ahora sí) en el tema, sobre todo en los apoyos para el enganche de las nuevas unidades, la definición de un modelo de negocios viable para entrar de lleno al proyecto y la reestructura de las rutas. Pero si la experiencia sirve de maestra, no hay muchas esperanzas de tener buenas noticias pronto.

No es por ser mal pensadas, pero las hormigas dicen que la partida fuerte de la Dirección de Obras Públicas de Torreón para pavimento y drenaje se va a dar justo en la primera mitad del año, que por puritita casualidad coincide con los meses previos a las elecciones federales y municipales en las que el alcalde Román Alberto Cepeda buscará ganar un nuevo mandato de tres años. Las hormigas más ingenuas mandan decir a las sospechosistas que de todas formas el pavimento y el drenaje son algunas áreas donde la Administración anda rezagada, así que no vendrá mal una manota de gato.