Monclova, Coah.- “Yo le decía, mijo ya no pelees”, declaró ayer Moisés Calleros Escamilla, padre del “Taz” Calleros, mientras recibía el cuerpo de su hijo que llegó a tierras monclovenses al filo de las cinco y media de la tarde, tras ser trasladado de Monterrey, donde perdió la vida, presuntamente a consecuencia de un infarto.

Visiblemente afectado por la pérdida de su hijo, Calleros Escamilla reveló que él observaba a su hijo y veía que no estaba bien en su coordinación, en su memoria, repetía mucho las cosas, pero nunca le hizo caso que dejara de boxear porque iba tras su sueño de ser campeón mundial.

Su compañera de vida, Celeste Salgado, dijo que su esposo dio la vida por el boxeo, nunca se rendía y luchaba por sus sueños, pero la muerte lo sorprendió antes de que cumpliera su más grande sueño: ser campeón mundial.

Familiares, amigos y aficionados al boxeo, recibieron los restos de Moisés “Taz” Calleros en una funeraria local donde desde ayer le dan el último adiós en medio de un ambiente con música colombiana, la favorita del pugilista.