Arte
Por Christian García
Publicado el martes, 20 de julio del 2021 a las 05:00
Saltillo.- Para Regina Orozco el norte tiene una esencia particular. Es una tierra de desiertos calurosos en los que la cerveza es el único aliado para refrescar al cuerpo, y donde la bebida siempre va acompañada de la música. ¿Quién no ha liberado las lágrimas al canto de Me Caí de la Nube o Te Vas Cielito Mío o, en cambio, ha cantado Idos de la Mente con el corazón en el pecho por el amor correspondido? El compositor de esas canciones, claro, no necesita mencionarse, pues todos saben que es Cornelio Reyna.
Pero así como el parrense es conocido por ser uno de los pilares de la música norteña, otros compositores coahuilenses han permanecido en las sombras, viendo el éxito de sus canciones que han pasado a ser parte de la idiosincracia de todo el país o, dicho de otra forma, la banda sonora de nuestras vidas, mientros sus nombres permanecen escondidos. Y para mostrarlo al mundo, el Instituto Municipal de Cultura (IMCS), creó El Disco del Siglo, reunión de 32 voces nacionales y locales que toman y hacen suyos los temas clásicos de ocho letristas.
La producción musical, que nació hace un año y fue grabado en plena pandemia, se presentará el domingo como la clausura del Festival Internacional de Cultura Saltillo, en un concierto en el Teatro de la Ciudad Fernando Soler. Una noche que Orozco apunta como “una noche muy patriótica, porque cuando canto música mexicana siento como muy rico, me siento muy empavonada”, además, claro, estará al lado “de puro grande, me parece muy mágico hacer estos conciertos compartidos”
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El Disco del Siglo consta de 12 canciones y dos popurrís, que arrancan con dos temas de Adolfo Humberto Galindo Galindo: Un Golpe Más y Primera, Segunda y Tercera, en voces de Eugenia León y Eli Guerra, respectivamente. Mientras que el compositor de Los Relámpagos del Norte, Cornelio Reyna, tiene sus Idos de la Mente, Me Caí de la Nube y Te Vas Ángel Mío, con la interpretación de Carlos Cuevas, Guadalupe Pineda, y Desde Saltillo La Rondalla con Marco Antonio Aguirre.
Para Orozco, todas estas canciones tienen algo diferente, pero mantienen su esencia única, esa que las ha convertido en íconos culturales.
“Los arreglos conservaron el estilo porque uno ya tiene oídas las canciones y se las sabe, entonces cuando se modernizan demasiado se pierde la esencia del compositor y, aquí, el homenaje es para ellos, los compositores coahuilenses. Sí hay algunos arreglos más elaborados, pero no quisimos hacer una fusión de jazz con reguetón, sino hacerlo lo más apegado a lo original, porque están cantadas con voces chulas”, comenta la cantante y agrega que “todas las canciones son divinas, pero una de mis preferidas es la de Eli Guerra, Primera, Segunda y Tercera, es una versión hermosísima”.
De tequila y lágrimas
El público podrá escuchar, en cambio, el sentido “Mira cómo ando mi amor, por tu querer, borracha y apasionada, nomás por tu amor”, de Tú Solo Tú, escrita por Felipe Valdés Leal, en dos versiones: la primera para entonarse con el alcohol al ritmo del mariachi, y la segunda para derramarlo por los ojos, acompañado por el ritmo de una íntima guitarra.
“Yo canto Tú Solo Tú, pero como no sabía si con guitarra o con mariachi, la hice con los dos. Con el Mariachi Vargas, y otra con el maestro Roberto Medrano, que es un gran guitarrista, y esa es una versión más sentida. Entonces la primera es para comenzar a echarte los tequilas, y la segunda es cuando ya estás muy ebrio, muy ebrio, y te sueltas a llorar. La primera es para prenderte y cantar ‘¡tú solo tú!’, y luego terminar llorando con la segunda, para rasgarnos las venas con las galletitas saladas”, comentó entre risas a Zócalo en entrevista.
Otras canciones que han sido revitalizadas y que están en la producción, además de Mi Ranchito, de Galindo Galindo en la voz de Lila Downs, y Mi Destino fue Quererte, de Valdés Leal con Tania Libertad, son Sentencia y Conozco a los Dos, de Pablo Valdés Hernández, estas con Trío Los Panchos y Susana Zabaleta; así como el Jarabe Pateño que busca poner a bailar a los asistentes del domingo con la música del Mariachi Vargas de Tecalitlán.
Según apuntó ‘El Gran Bizcocho’, cuando “escuchas estas canciones reinterpretadas las entiendes de otra manera, porque te das cuenta de la poesía que tienen sus letras, de los acordes de la melodía. Es como un reseteo… un agregar lo bello, lo simpático, la alegría y la esencia del norte, de Coahuila en este caso”.
¿Autoría de quién?
Por ello un disco de esta índole es importante, agrega, ya que “los compositores no se conocen, por eso este es un disco dedicado a ellos, a los que están detrás de esas canciones” que se han vuelto parte de “nuestra cultura popular, de lo que somos”.
Pero es también esa cercanía la que hace que muchas veces los nombres caigan en el olvido. Hay un caso en especial que es El Ausente, canción atribuida a Valdés Leal e interpretada para este disco por Eugenia León, que sin embargo, no pudo aparecer en la producción porque los derechos son de Irma Serrano “La Tigresa”, y al no ser coahuilense quedó fuera.
Por otra parte, Orozco se siente feliz y realizada con este disco, pues es una forma de revivir, retomar y rescatar esos nombres, esas líricas sentidas que permiten la catarsis del amor perdido, el festejo del amor correspondido o la memoria del que se fue porque, como agregó, “me siento al servicio de la palabra, de la música, para eso somos músicos”.
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