“A quienes sentimos que solo somos felices a través de los otros; a quienes vivimos solucionando los problemas o situaciones de las personas que amamos; a quienes creemos firmemente que la alegría esta restringida y que el dolor es nuestra constante en la vida; es el momento de aceptar que esas conductas son destructivas y poner el freno a nuestras emociones de dolor, vergüenza, rabia y abrirnos a la libertad, soltar es la meta.” Melody Beattie

La codependencia es una enfermedad emocional que ataca directamente nuestra identidad. Destruye la imagen que tenemos de nosotros mismos y nos impide relacionarnos de manera sana con los demás.

Ser codependiente nos desconecta de lo que pensamos, sentimos y deseamos. Nos perdemos y nos enfocamos en agradar, controlar o dejarnos controlar por los demás. Cuando ésta nos invade, nos importan más las opiniones de los demás que nuestra propia vida, perdemos nuestras conexiones internas por enfocarnos en la vida de los demás.

En algunas culturas crecemos con creencias distorsionadas sobre “dar”. La felicidad plena proviene de darnos a los demás pero sin dejar de darnos a nosotros mismos. Repito: la relación más importante en nuestra vida es la que tenemos con nosotros mismos. Si nos amamos, aceptamos, cuidamos y reconocemos, nos daremos en mayor calidad en nuestras relaciones con los demás. Nuestra felicidad interna hace felices a las personas que nos rodean de forma inmediata.

No es amor cuándo:

1. Piensas que está bien sufrir al estar enamorado o porque “así me tocó”. Soy víctima y me quejo constantemente.
2. La mayoría de nuestras acciones, conversaciones e intereses giran en torno a una sola persona.
3. Esta relación nos perjudica y hace sentirnos inquietos, atrapados e intranquilos, sin poder hablar sobre nuestras emociones.

Características principales de la persona codependiente:

– Rescatar. La persona coodependiente está obsesionada por salvar, por cuidar al otro, por quitarle la responsabilidad de su propia vida, por evitarle tomar decisiones, crecer y madurar. En el triángulo de Karpman, se afirma que rescatamos cada vez que tomamos la responsabilidad de otro ser humano, sus pensamientos, sentimientos, decisiones y conductas, su crecimiento, bienestar, problemas o destino. Rescatamos cuando ayudamos al otro a seguir actuando como antes y le impedimos que sufra las consecuencias de su conducta. Rescatar es diferente a ayudar y ofrecer ayuda; los rescatadores suelen identificarse como complacientes, protectores, salvadores y maestros, sacrifican sus necesidades y las de su familia por los otros. Dependen del aplauso y aceptación exterior. Desean salvar al mundo, hay una compulsión al servicio.
– Reaccionar a los sentimientos, pensamientos y lo que otros dicen o hacen. La vida entera se convierte en una reacción a las vidas de otros, problemas, errores, éxitos y personalidades, siempre están en crisis o las buscan.
– Se siente atada a la otra persona. Por lo general se sienten manipulados, con rabia, bloqueo, enojo, desamor, resentimiento y confusión.
– Busca tener el control. Por lo general intentan cambiar a los otros y que los demás hagan lo que uno quiere. Se controla a través de críticas, manipulación y opiniones, incluso a través del silencio.
– Depende de los demás. No es feliz con su propia opinión, requiere la aprobación del otro, permite que los demás decidan sobre su vida.

¿Cómo dejar de ser codependiente?

1. Ver el bien de otros sin dejarnos a nosotros mismos.
2. Alejarnos de las relaciones que nos producen angustia, culpa, obsesión y confusión. Si la relación no te hace crecer, probablemente es codependiente.
3. Si en tus relaciones buscas controlar, decidir qué hacer e influir, reconócete cómo codependiente y decídete a trabajar en ti.
4. Define en qué relación estás siendo codependiente y cuál es la mejor solución.
5. Refuerza tu autoestima y sana tus experiencias.
6. Si en tu relación te sientes pisoteada o imposibilitada para desarrollarte, decídete a romper con esa relación.

Independientemente de los problemas que tengan las personas que amamos, no podemos salvarlos ni invadir sus vidas, sino acompañarlos sanamente en su proceso y respetarlos. La codependencia es parte de un sistema habitual de pensar, sentir y comportarse consigo y con los demás de forma dolorosa. Los hábitos de un codependiente asfixian, agotan y destruyen, y nos impiden encontrar la paz con la persona más importante en nuestra vida: NOSOTROS MISMOS.

(Si te interesa más información de la codependencia, te recomiendo leer los maravillosos libros de Melody Beattie)