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La neuroplasticidad en el aprendizaje, escuela, deporte y la vida

Por Ramón Rocamontes

Hace 2 semanas

A lo largo de nuestra vida aprendemos y desarrollamos habilidades, a través del aprendizaje, que es fundamental y siempre estará presente en cualquiera de los procesos que tengamos en la educación, deporte y vida.

Cada vez se abre más la información al público, sobre el funcionamiento del cerebro, conocido como un órgano altamente adaptable y maleable, plástico, con la capacidad de modificar siempre su estructura y función como respuesta a nuevas experiencias y estímulos que se presentan en todo momento.

Dicha capacidad de cambio y adaptación, se conoce como neuroplasticidad, y desempeña un papel fundamental, es más relevante en cualquier tipo de aprendizaje, que tenemos en la vida cotidiana.

Siempre podremos perfeccionar habilidades, mediante la observación, repetición, así como en el estudio o bien ensayando para mejorar el uso de un instrumento musical y el entrenamiento en el deporte.

La neuroplasticidad es posible gracias a la capacidad de las neuronas para modificar sus conexiones sinápticas. Dichas conexiones, conocidas como sinapsis, son los puntos de contacto entre neuronas a través de los cuales se transmiten los impulsos eléctricos y se comunica la información.

Las sinapsis se refuerzan o debilitan en respuesta a la actividad neuronal y al entorno. Cuando nos enfrentamos a nuevos desafíos o adquirimos nuevos conocimientos, se forman nuevas conexiones sinápticas y se fortalecen las existentes.

Dicha neuroplasticidad da una capacidad fundamental del cerebro humano que nos permite aprender y adaptarnos a nuevas situaciones a lo largo de toda la vida. La plasticidad cerebral como también se le conoce, es especialmente alta en las etapas tempranas del desarrollo, como la infancia y la adolescencia, pero sigue presente cuando somos adultos.

Aprovechar la neuroplasticidad en el proceso de aprendizaje, es clave para adquirir conocimientos y habilidades de manera más efectiva y eficiente.

Para potenciar la neuroplasticidad, es fundamental, exponerse a nuevos estímulos y experiencias; hacer ejercicio de manera regular, alimentarse sanamente, utilizar diferentes modalidades de aprendizaje y tener una adecuada higiene del sueño.

Cuando incorporamos estas buenas prácticas a nuestra vida, podemos optimizar nuestro rendimiento académico, deportivo y desarrollo cognitivo.

La neuroplasticidad es fundamental para el aprendizaje y desarrollo humano. Cuando se conoce y se aprovecha dicha capacidad adaptativa del cerebro, nos permite superar desafíos; adquirir nuevas habilidades y alcanzar el máximo potencial.

Así que, maestro, entrenador y todas y todos los involucrados en la educación o el entrenamiento. No olvides, ¡la neuroplasticidad puede estar de tu lado en el camino del aprendizaje, pero hay que trabajarla!

Es importante propiciarla, porque permite la adquisición de nuevos conocimientos, habilidades, además de desarrollar la capacidad para hacer frente a trastornos o lesiones, lo que coadyuvara a crear nuevas conexiones, además reafirma los conocimientos adquiridos, apoya al cambio de comportamientos, estimula el desarrollo de habilidades cognitivas y deshecha la información que ya no se necesita.

Algunos autores han equiparado el concepto de plasticidad con el de la flexibilidad, evidenciando cómo a medida que se envejece las personas cada vez son menos flexibles y tolerantes en sus pensamientos y posturas, algo que ha sido atribuido a esta falta de plasticidad neuronal que estaría en la base de los nuevos aprendizajes y la apertura a nuevos conocimientos y puntos de vista.

Lo contrario, sería la falta de esta plasticidad, que se traduciría en que la persona es incapaz de ponerse en el lugar de otro, para poder comprender su postura, y con ello aceptar nuevos planteamientos mentales.

En esta ocasión, no nos adentraremos de lleno, y si haremos una pequeña exploración de lo que es la neuroplasticidad o plasticidad cerebral y plasticidad neuronal; que se refiere a la flexibilidad que posee el cerebro para regenerarse, modificarse y adaptarse ante nuevos contextos.

Y cómo los estudiantes, deportistas, maestros docentes y entrenadores; al conocerla se puede aprovechar para mejorar el rendimiento en la escuela, el deporte y la vida misma.

La plasticidad neuronal hace referencia a la capacidad de cambio por parte del cerebro, ya sea a nivel molecular, estructural o funcional, lo que abarca modificaciones de la expresión genética e incluso del comportamiento.

Por mucho tiempo se creyó que dicha plasticidad en el cerebro solo era posible durante la infancia, es decir, que a partir de cierta edad esta flexibilidad se perdía, es decir, uno de los Neuromitos era que el cerebro dejaba de aprender a cierta edad.

Regresando al tema, a través de la neuroplasticidad, se logran capacidades como la regeneración cerebral, formación de nuevos vínculos neuronales, solidificación de conexiones y la adaptación ante nuevas situaciones, que antes se creía eran imposibles.

No obstante, estudios posteriores pudieron demostrar que la neuroplasticidad es un mecanismo que se mantiene durante toda la vida, lo que indica que, virtudes propias de la plasticidad cerebral, como la creación de nuevas conexiones neuronales o la potenciación de nexos ya existentes, son posibles durante la adultez.

Los primeros indicios plasticidad neuronal se empezaron a notar en personas que habían sufrido accidentes cerebrovasculares, y que, al cabo de un tiempo, se recuperaban.

Durante la vida, podemos aprender innumerables cantidades de habilidades nuevas, como cuando estamos en la preparación física, y nos enseñan a levantar las rodillas para mejorar la técnica para correr; es un proceso cognitivo-conductual, que lleva a perfeccionar nuestra carrera y desde luego desarrolla capacidades, lo que genera autoconfianza y como consecuencia, mejores resultados.

En la escuela, cuando se mejora la lectura, en determinado tiempo; logramos incrementar la cantidad de palabras leídas por minuto, etcétera, y lo que nos lleva a mejorar día tras día.

Otro ejemplo, en el caso de los invidentes, cuando ha sido de nacimiento o en edades tempranas, van a desarrollar una mayor capacidad de orientación espacial, así como de los restantes sentidos, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, facilitado por la regeneración cerebral.

Como adultos, lo que podemos hacer, en otro ejemplo, es trasladarnos por caminos diversos en días diferentes, para llegar a la oficina, lo que nos mantiene alertas, ayuda a ver diferentes lugares y personas, lo que nos lleva por diferentes caminos, a un mismo lugar.

Los nuevos hábitos, como aprender a usar un nuevo instrumento musical, el estudiar un nuevo idioma, o bien una nueva especialidad, propicia esta neuroplasticidad.

Existen diversos tipos de neuroplasticidad, hoy solo mencionaremos algunas, como la funcional, que implica la capacidad de áreas cerebrales para reorganizarse y asumir nuevas funciones, tras una lesión, lo que hace que el cerebro se adapte a compensar déficit y mantener el rendimiento.

También está la neuroplasticidad estructural, que se refiere a cambios físicos en el cerebro, como el crecimiento de nuevas conexiones sinápticas entre neuronas o el aumento de la densidad de materia gris en áreas específicas. En el contexto deportivo, la neuroplasticidad estructural es clave en la consolidación de habilidades motoras complejas.

La sináptica: se refiere a los cambios en la fuerza y eficacia de las conexiones sinápticas existentes.

La cortical se produce a nivel de la corteza cerebral, la capa más externa del cerebro, responsable de funciones cognitivas superiores.

Estos diferentes tipos de neuroplasticidad trabajan en conjunto para dirigir el proceso de aprendizaje y permitir que el cerebro se adapte a nuevas situaciones y desafíos.

En la infancia, una etapa crítica para el desarrollo del cerebro y el aprendizaje y durante los primeros años de vida, el cerebro experimenta un rápido crecimiento y desarrollo, y la neuroplasticidad se encuentra en su punto más alto.

Durante esta etapa, el cerebro es altamente maleable y flexible, lo que significa que los estímulos y experiencias que se experimentan en la infancia tienen un impacto duradero en la estructura y función cerebral.

Permite la adquisición de habilidades fundamentales, como el lenguaje, las habilidades motoras y la capacidad para resolver problemas.

La exposición a experiencias enriquecedoras y estimulantes durante esta etapa promueve el desarrollo de conexiones sinápticas y fortalece las áreas cerebrales relacionadas con estas habilidades.

La adolescencia, es otra etapa crucial para el desarrollo cerebral y el aprendizaje y durante esta etapa, el cerebro experimenta una reorganización significativa, con una poda sináptica masiva que elimina las conexiones sinápticas menos utilizadas y fortalece las conexiones más relevantes, lo que contribuye a afinar y optimizar el funcionamiento del cerebro.

La neuroplasticidad en la adolescencia también implica la adquisición de habilidades cognitivas más avanzadas, como el razonamiento abstracto, la toma de decisiones y la planificación. En esta etapa, el cerebro está especialmente abierto a la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos, lo que puede influir de manera significativa en el rendimiento académico y el desarrollo personal.

Mientras que, como adultos, aunque se cree que el cerebro es menos maleable en esta etapa, la neuroplasticidad sigue siendo un proceso presente a lo largo de toda la vida, así es que a seguir trabajando en nuevas habilidades para mantener la salud cerebral y prevenir el declive cognitivo asociado al envejecimiento.

Finalmente, como recomendación, cuando estamos expuestos a estímulos intelectuales, como el aprendizaje de nuevos idiomas, el estudio de instrumentos musicales o el desarrollo de habilidades cognitivas, o bien en el deporte, nuevas posiciones de nuestra disciplina, puede promover la formación de nuevas conexiones sinápticas y fortalecer el funcionamiento cerebral en la edad adulta.

Por eso es importante que se siga promoviendo y desarrollando la neuroplasticidad a todas las edades y momentos, pero sobre todo en la educación a las y los docentes y a los entrenadores de niñas y niños o jóvenes.

Los niños por su parte, tienen más facilidad de aprender, a diferencia de los adultos, ya que tiene zonas del aprendizaje observacional, lo que genera una neuroplasticidad, con las neuronas espejo, que son un gran aliado, como herramienta para aprender nuevas habilidades, a través de esa observación, pero también puede aprender cosas que no son tan buenas.

¡Nos vemos en la próxima!

Como potenciar la neuroplasticidad…

Promover nuevos estímulos: Propiciar situaciones de exploración, que activan diferentes áreas del cerebro.

Práctica de ejercicio físico: El ejercicio físico estimula la producción de factores de crecimiento cerebral que promueven la neuroplasticidad, y que mejora la memoria, atención-concentración y el rendimiento cognitivo.

Buena nutrición: La alimentación equilibrada y rica en nutrientes es esencial para el óptimo funcionamiento cerebral.

Trabajar con aprendizaje multimodal: Usar diferentes canales de información, como vista, oído y tacto, para procesar y retener información. Con ellos las conexiones sinápticas se fortalecen.

Higiene del sueño: Propicia la memoria y plasticidad cerebral, se fortalecen las conexiones sinápticas formadas durante el día y se eliminan las débiles. Incrementa significativamente el aprendizaje y la retención de información.

 

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