Queridas y queridos amigos, esta semana The Lancet publicó el estudio “Estimaciones mínimas mundiales de niños afectados por la orfandad asociada al Covid-19 y la muerte de los cuidadores: un estudio modelo” de la Universidad de Oxford.

En la investigación se tomaron datos de mortalidad y fertilidad para modelar estimaciones mínimas y tasas de muertes asociadas a Covid-19 de cuidadores primarios o secundarios de niños menores de 18 años en 21 países, para ubicar las muertes por Covid-19 desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 30 de abril de 2021 entre 21 países, de los cuales México encabeza la lista con un estimado de 131 mil 325 menores de 18 años, que perdieron al menos a uno de sus padres o cuidadores principales, es decir abuelos o tutores, según trascendió en medios nacionales.

Cabe mencionarse, por cierto, que The Lancet es una revista médica general fundada desde 1823 y es parte de sus principios y su sólido prestigio, el objetivo de ser un espacio de difusión de la ciencia para que la medicina pueda servir a la transformación de la sociedad con un impacto positivo en la vida de las personas, de manera que se trata de un referente con los más altos estándares de calidad.

El estudio analiza los datos de Argentina, Brasil, Colombia, Inglaterra-Gales, Francia, Alemania, India, Irán, Italia, Kenia, Malawi, México, Nigeria, Perú, Filipinas, Polonia, Rusia, Sudáfrica, España, Estados Unidos, y Zimbabwe, de entre los cuáles México encabeza esta lista de menores, los resultados señalan que la orfandad derivada del SARS-CoV-2 suman más de 1.5 millones de niños que enfrentan la muerte de sus padres, abuelos o parientes que se hacían cargo de ellos, en donde –1 de cada mil niños– que experimentaron una muerte asociada al Covid-19 de su cuidador primario fueron “Argentina, Brasil, Colombia, Irán, México, Perú, Sudáfrica, EU y Rusia”, detalla el reporte que acota el hecho de que los aumentos en la orfandad asociados con el virus SARS-CoV-2 ocurren en un contexto de más de 140 millones de huérfanos existentes que necesitan priorización de atención social y de salud global.

De manera que se trata de una situación crítica y si bien los datos que revela el estudio, permiten evidenciar la necesidad de implementar apoyos eficaces para los menores que han sufrido la pérdida de sus principales proveedores, no sobra mencionar que los legisladores de Acción Nacional, desde el 8 de abril de este año, a través de la Senadora Villareal Zavala, quien presentó un Punto de Acuerdo mediante el que se solicitó al titular del Ejecutivo, dependencias y entidades a diseñar un Programa Nacional de Atención Integral a las personas menores de edad que quedaron en situación de orfandad a causa de la pandemia provocada por la enfermedad Covid-19 y que dicho programa contenga las acciones necesarias para asegurar la adecuada alimentación, protección social, atención, médica, económica, psicológica y educativa a los menores de edad en orfandad.

Por otra parte, también se incluyó en el exhorto, que en coordinación y a través de los Registros Civiles, se pudiese integrar un registro de personas menores de edad en situación de orfandad, para entender la dimensión del problema que enfrenta el Estado Mexicano e identificar sobre esta base, las políticas públicas que se requieren para atender la problemática de manera sensible y visible para el otorgamiento de los apoyos materiales alimenticios, médicos, educativos entre otros, con base en cifras estimadas de niñas, niños y adolescentes en situación de orfandad, derivada de la pandemia que en nuestro país es del orden de los 185 mil 150 menores, conforme a estimaciones ya que no existen datos fehacientes sobre este punto.

Situación agravada ante la insensibilidad e irresponsabilidad del Gobierno de la 4T, así como a su indolencia e intolerancia hacia el más vulnerable: las y los mexicanos que requieren de atención médica, lo que no es una suposición, sólo la realidad de un Gobierno cuyos funcionarios de Salud, acusan a niños con cáncer y sus padres de golpistas, por exigir medicamentos, esta clase de Gobierno es la que debe responder al problema que significan las y los niños que han quedado en estado de indefensión.

Es urgente instrumentar una estrategia integral de atención, ha pasado casi año y medio en esta situación de pandemia, se necesitan acciones inmediatas efectivas para empezar a remontar el camino.