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Coahuila

Los juristas DH serán comparatistas…

Por Columnista Invitado

Hace 1 año

Por: Irene Spigno 

Dicen que el primer amor nunca se olvida. Y eso puede ser por múltiples razones. Puede ser por las vivencias positivas que nos deja, por el nivel de fantasía que nos permite experimentar o, incluso, por ese sabor, quizás, un poco amargo de lo inconcluso.

Creo que esta gran verdad también se puede aplicar fuera de las relaciones personales. Recuerdo que cuando cursaba la carrera de Jurisprudencia en la Universidad de Cagliari, Italia, mi ciudad natal, cursé muchas materias que me apasionaron. Sin embargo, solo de una me enamoré a primera vista: la materia de Derecho Constitucional Comparado.

Ese flechazo, que tuvo lugar hace más de 20 años, ha sido también el fundamento de mi carrera profesional. El derecho Constitucional Comparado y yo no solo nos enamoramos durante la licenciatura, sino que también “nos casamos” en el Doctorado en Derecho Público Comparado que cursé en la Universidad de Siena.

El Derecho Comparado que marcó, tanto mi carrera profesional como académica, también marcó mi vida personal. Siempre he tenido la muy firme convicción de que quien decide hacer carrera académica está siguiendo una vocación importante (así como los profesionales de la medicina, por ejemplo). Y los que hemos hecho de la comparación jurídica nuestra vida profesional lo sabemos muy bien.

No podemos limitarnos a estudiar textos normativos o decisiones jurisprudenciales. No podemos solamente leer teorías y libros de doctrina jurídica. Necesitamos ser curiosos, viajeros (y no turistas), exploradores. Necesitamos conocer más de los porqués y para qué de las distintas sociedades, de sus contextos culturales, sociales, políticos, económicos, antropológicos, históricos. Tenemos que ir mucho más allá de lo que vemos en un texto escrito. Tenemos que aprender a leer entrelíneas con un enfoque cultural específico.

La importancia de este método de análisis es evidente. Lo decía Aharon Barak, constitucionalista y comparatista israelí y expresidente de la Corte Suprema de Israel: “El derecho comparado me sirve de espejo: me permite observarme y comprenderme mejor”.

El derecho comparado nos permite generar conocimientos y también comprender lo que se necesita para resolver problemas estructurales de nuestras sociedades contemporáneas. La comparación jurídica es un método de análisis y de interpretación de realidades normativas de otros contextos que, si sigue el método de la ciencia jurídica, es idónea para generar nuevos conocimientos.

Este es el enfoque que, desde hace años, se ha procurado en los cursos y las investigaciones de la Academia Interamericana de Derechos Humanos y será uno de los ejes transversales de la Licenciatura en Derecho con Perspectiva en Derechos Humanos.

Las personas que cursarán nuestra licenciatura tendrán este enfoque, tan valioso para nuestros tiempos, para aprender como poder resolver, con una nueva herramienta, evidentemente ignorada o invisibilizada por otras carreras, los problemas contextuales que aquejan nuestra sociedad.

Los juristas DH de la Academia Interamericana de Derechos Humanos serán comparatistas.

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