Seguridad

Publicado el viernes, 25 de julio del 2025 a las 19:20
Culiacán, Sinaloa. – El 3 de diciembre de 2024 marcó un hito en la lucha contra el narcotráfico en México: el decomiso de fentanilo más grande en la historia del país. Más de 20 millones de dosis del potente opioide sintético, equivalentes a una tonelada, fueron aseguradas por autoridades federales.
Este golpe, anunciado con gran expectación por el Gabinete de Seguridad, desafió la narrativa de que el opioide no se producía en territorio nacional y se presentó como una acción crucial para debilitar a la delincuencia organizada.
La operación, que se dio en medio de una creciente disputa entre “Los Chapitos” y “La Mayiza” en Culiacán, ha comenzado a revelar cómo el aseguramiento de la droga generó notables movimientos internos en el hampa sinaloense, más allá de la afectación económica inicial.
Según el comunicado oficial del Gabinete de Seguridad, el operativo inició con labores de inteligencia e investigación que llevaron a la detención de dos hombres en el municipio de Guasave. Al notar la presencia policial, los sujetos intentaron huir, pero fueron interceptados.
La revisión de seguridad resultó en la aprehensión de los dos involucrados, el aseguramiento de tres armas de fuego cortas, nueve cargadores abastecidos, tres equipos de radiocomunicación y una bolsa con dos kilogramos de fentanilo.
Posteriormente, trabajos de inteligencia y denuncias ciudadanas permitieron la incautación de 800 y 300 kilogramos de fentanilo en dos domicilios del municipio de Ahome.
“De acuerdo con líneas de investigación, se tuvo conocimiento que los detenidos se dedicaban al ensamble de pastillas de fentanilo”, precisa el comunicado del Gabinete de Seguridad.
Información obtenida por MILENIO sobre el caso apuntó inicialmente a que tanto la droga como los detenidos estaban vinculados al Cártel de Guasave, una escisión de la organización Beltrán Leyva, actualmente liderada por Fausto Isidro Meza-Flores, alias “El Chapo Isidro”.
Los hombres arrestados fueron identificados como Elier Jassiel Esquerra Félix y Javier Vázquez Sánchez, alias “El Tito”, ambos descritos como operadores de alto nivel dentro del grupo criminal.
Sin embargo, un detalle crucial surgió durante la audiencia inicial de los detenidos: su deslinde categórico del Cártel de Guasave. “El Tito” afirmó trabajar de forma independiente e incluso declaró temer por su vida y la de su familia al ser relacionado con “El Chapo Isidro”.
En su declaración, asentada en la carpeta de investigación FED/SIN/MOCH/0001549/2024 de la causa penal 151-2024 (a la que MILENIO tuvo acceso), “El Tito” refirió que operaba sin el consentimiento de “El Chapo Isidro”, pues era de conocimiento público que el líder criminal había prohibido la venta o fabricación de fentanilo en la zona que controla.
” Temo por mi vida y la de mi familia, ya que yo no tenía permiso de nadie, pero tenía tiempo haciendo esto y, como no había tenido problemas, se me hizo fácil. Pero recalcó que el producto, tanto que me fue asegurado en la camioneta Kicks como en los diferentes municipios de Ahome, es solo de mi propiedad”, se lee en parte de la declaración de “El Tito”.
Elier Jassiel Esquerra Félix, el otro detenido, secundó esta versión, negando que ambos trabajaran bajo las órdenes de algún cártel. Dos días después del aseguramiento de la droga, fue detenido Adrián Cebrero Pereyra, identificado por el periodista Óscar Balderas como “El Gallero” y el cocinero predilecto del grupo criminal.
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