Guadalajara.- En esta edición inédita y en su regreso a la presencialidad, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara tuvo de todo: olores a orégano en los túneles sanitizantes, realización de pruebas aleatorias para detección de coronavirus, pero también tuvo pérdidas económicas, 576 mil visitantes menos; fue una fiesta que se tuvo que ajustar el cinturón, reconoció el presidente del encuentro librero, Raúl Padilla López.

Pero de vuelta a Expo Guadalajara, tras una edición 2020 en completa virtualidad, la FIL registró un déficit de 18 millones de pesos, calculó el presidente del evento.

Resaltó que la pandemia pegó fuerte al bolsillo de las industrias culturales y que la gran incógnita, antes de realizar la fiesta editorial, era si los sellos tendrían la capacidad de venir a Guadalajara, por lo que la FIL debió solidarizarse con “un enorme descuento” en la renta de stands, “sabíamos que dónde le buscáramos nos íbamos a ir a déficit”, reconoció.

En 2019, la FIL tuvo egresos por más de 140 millones de pesos “sí, hicimos ajustes”, este año la fiesta necesitó una inversión de 105 millones 900 mil 403 pesos y registró un ingreso de 87 millones 21 mil 487 pesos.

“Efectivamente contrasta con el egreso de más de 140 millones de pesos que veníamos teniendo en esta feria (en 2019); que sí, si comparan las cifras de egresos de 105 frente a 87 millones de pesos de este año, sí salimos con un déficit de cerca de 18 millones de pesos”, resaltó Padilla López.

El exrector de la Universidad de Guadalajara recalcó que ya se preveía un escenario de déficit e insistió en que las pérdidas podrán recuperarse en una o dos ediciones, aunque no mencionó cómo.

“Dicho déficit podrá ser abatido con el flujo del siguiente año en donde en razón del éxito que están teniendo las editoriales estamos ciertos que el año próximo estaremos mucho más cerca, casi casi, estaremos al borde con la presencialidad que hemos tenido históricamente”, estimó Padilla López.

Pese a que este fue un año particularmente difícil para la industria, Padilla López presumió que hubo presencia de mil 223 sellos de 37 países y la fiesta literaria generó una derrama económica de 700 millones de pesos, según las estimaciones de la Oficina de Visitantes y Convenciones.

Además, en su 35 edición el evento contó con la presencia de 251 mil 900 visitantes (576 mil visitantes menos que en 2019), tanto en su sede en la Expo Guadalajara, como el Pabellón Cultural Universitario, preparatorias y distintas sedes de la Universidad de Guadalajara, que se suman a 18 millones de interacciones y vistas a los eventos virtuales, que representaron 30 por ciento de la agenda total que contó con mil 621 actividades, estimó el presidente de la FIL.

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Insistió que en nueve días no se relajaron las medidas sanitarias, que los asistentes fueron conscientes y se apegaron a los protocolos, que la Expo Guadalajara fue un espacio seguro, aunque algunos salones sí lucieron atiborrados, así como varios pasillos y stands.

“Los salones no estuvieron a tope, pero sí con un porcentaje importante que nos autorizó la Mesa de Salud, difícilmente encontrarán una fotografía en donde alguien no esté portando cubrebocas, prácticamente los pasillos estuvieron al doble (del tamaño) de lo que normalmente suelen estar y con un flujo que en promedio estuvo cuatro veces menor de lo que suele estar.

“Se escuchó una especie de broma de que salía gente oliendo a pozole, con algo de olor a orégano”, reiteró Padilla Lopez, quien insistió en que los protocolos se mantuvieron con firmeza.

Del 27 de noviembre hasta ayer, se realizaron 2 mil 649 pruebas aleatorias para reconocer casos posibles de Covid-19, pero todas negativas, abundó la directora de la FIL, Marisol Schulz.

¿FORO PLURAL?

En la ya tradicional conferencia para dar el balance y los números generales de la feria, Padilla López insistió en que la FIL es un foro al que se invita una diversidad de voces, que lo mismo acuden Héctor Aguilar Camín, que Paco Ignacio Taibo II.

En reiteradas ocasiones, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha señalado que la FIL se ha utilizado como un foro para golpear a la 4T porque invita a intelectuales y escritores contrarios a su movimiento, pero Padilla López insistió en que desde sus inicios, en el evento editorial no se excluye a nadie.

“De tanto en tanto lo que sucede en esta FIL irrita o molesta a algunos sí, ha sucedido, pero desde el principio, porque no decirlo, la crítica, el señalar ideas, el expresarlas, de tanto en tanto incomoda al poder como históricamente le ha incomodado al poder lo que desde una universidad se genera”, subrayó Padilla López.