Hace unos días mi esposo me compartió esta frase… “Practica el chisme inverso, habla bien a sus espaldas.” Y hoy quisiera reflexionar con ustedes sobre este tema porque me parece latente y constante en todas las etapas de nuestra vida.

Hay circunstancias que no está en nuestras manos elegir vivirlas, pero si está en nuestras manos la manera en la que elegimos reaccionar o actuar ante ellas.

Hemos de buscar trabajar en pulir nuestras actitudes, trabajar en ser una “mejor” persona y ver cómo respondería esa “mejor versión” de nosotros.

Convertirnos en personas de una sola pieza, íntegras y de palabra, es algo que se trabaja cada día, venciendo las inclinaciones humanas y gestionando y encauzando las emociones básicas de ira, rabia o enojo que a veces nos hacen actuar impulsivamente.

Pero…¿Qué sucede cuando sabemos que alguien habla mal de nosotros o se nos inventó un chisme? Pareciera que en ocasiones se nos activa una alarma defensora.

Pues si bien es cierto que no podemos controlar lo que los demás piensen, digan o hagan… también es cierto que hemos de saber manejar la necesidad de responder o aclarar cualquiera que sea la verdad que se cuente.

¿Qué le he hecho yo al otro? ¿Porqué esa hazaña, envidia o coraje, contra mi?

¿Porqué ponen palabras en mi boca que no salieron de mi?

Podrías preguntarte y jamás encontrar respuestas.

Hoy nos detendremos a revisar tu manera de responder.

Esopo decía que si no puedes decir nada bueno, entonces no digas nada en absoluto.
Tu manera de hablar, habla de ti.

Tu manera de reaccionar ante lo que sucede, habla de ti.

Tu manera de responder ante un chisme o habladurías, habla de quién sí eres.

Coincido con C.S. Lewis que la integridad es hacer lo correcto, cuando nadie esté mirando. Actúa con integridad, no cómo actúan los demás. No porque los demás actúen malamente y aparentemente tengan su razón lógica, es lo correcto.

Actuar de manera íntegra depende de nosotros.

Deja que cada historia se cuente sola.

Deja que las historias que se inventen y se compran, se desvanezcan solas.

No permitas que eso saque lo peor de ti, al contrario, que eso sea lo que te forje a reaccionar de la mejor forma.

En nosotros sí está el responder cómo queremos ser.

No hemos de “ ser así” con el otro porque el otro es “así conmigo”. Responder mal, aunque aparentemente es lo que la otra persona se merezca, no es lo correcto.

Hablar mal nunca será la respuesta correcta.

Recuerda que siempre tu manera de responder… habla de ti.

Y enfócate en ti, en responder de la mejor forma. Haz que cada palabra que salga de ti, te haga sentir orgulloso de quien eres. Debemos actuar de acuerdo a nuestra escala de valores y a quién queremos ser y no a la expectativa de lo que tenemos del otro.

Que en cada momento que tengamos que responder, nos hagamos esa pregunta…

¿Cuál es la mejor manera de reaccionar ante esto?

¿Cómo puede actuar la mejor versión de mi?

Y celebrar que tu no responderías con la misma moneda, sino con integridad, sencillez, humildad, bondad.

La vida es corta

Elimina la negatividad, olvida esos chismes y responde invirtiendo eso hablando bien y enviando amor. Pon atención a la gente que hace bonito tu mundo y llena tu vida de luz.