Saltillo, Coah.- “Nos han quitado la peluca, a algunas compañeras las han gaseado con gas pimienta, las han tratado muy mal, la verdad”; son palabras de Devanhi Basterrica, trabajadora sexual transgenero que narra como es para ellas vivir ante la precariedad laboral y los riesgos de ejercer la prostitución transexual en Coahuila.

“ Una mujer transexual no le hace daño a nadie, no importa si se dedica al trabajo sexual, prostitución o a lo que se dedique”, aseguró la reina de la noche.  

Todas las noches Devanhi sale de su casa con destino al bulevar Fundadores, a las afueras de un reconocido motel de la localidad, con la esperanza de regresar a ella con bien una vez terminada su jornada laboral dedicada al trabajo sexual.

“ Mi nombre es Devanhi Basterrica Quintero. Siempre salgo de mi casa y le digo a Dios ‘voy con bien y espero me dejes regresar a casa con bien’, porque en mi casa yo vivo sola, pero tengo una familia que me espera ver al día siguiente. Eso es a lo que nos arriesgamos todas nosotras al salir de casa y no saber si volveremos con bien o no”, compartió.

Desde ese lugar, a las afueras del motel de paso, donde sus siluetas dibujadas entre la penumbra de la noche aguardan la llegada de los clientes, Devhani, junto a otras compañeras, se ganan la vida.

Lo supo desde pequeña

Originaria de Apatzingán, Michoacán, pero saltillense de corazón, recuerda que desde muy pequeña se sintió identificada con el sexo femenino, siendo en la capital del estado coahuilense, donde comenzó su transición con cirugías plásticas.

Fue muy joven, en la primaria, a los 6 años, cuando supo que quería ser “ella” y no “él”, y que no quería seguir teniendo el nombre con el que la habían bautizado.

“ Desde los 6 o 7 años yo inicié agarrando ropa de niña a escondidas de mi mamá, de mi familia, de mis hermanos, que nadie me viera”, confesó con voz nerviosa ante las cámaras..

Mejor sola…

Devahni, como le gusta ser identificada, trabaja de forma independiente, pues al no estar sujeta a un padrote que la controle, ella misma elige sus horarios de trabajo, sus clientes y sus tarifas, que a decir de ella, son elevadas debido al gran servicio que ofrece, sin embargo, también ha sido víctima de la
delincuencia.

“ Nos han aventado latas de cerveza, botes de mayonesa, blanquillos, tomates, hasta piedras nos han aventado cuando nos ven trabajando en la calle, nos han tratado muy mal, la verdad”, detalló.

Sufren discriminación

Tras más de un año en medio de una pandemia, que no da tregua en nuestro país, Devhani no baja la guardia y sale todas las noches a trabajar, porque para ellas no hay opción, pues el trabajo sexual es quizá la única salida ante la falta de oportunidades laborales y la discriminación en las empresas, orillando a las mujeres trans a ejercer la prostitución.

“ A veces se nos cierran las puertas cuando vamos a buscar trabajo, tengo muchas amigas que en sus trabajos las tratan como varones, las ponen a cargar muchas cosas muy pesadas, no las tratan como una mujer en realidad. En algunas empresas te dejan trabajar, pero no te dan el trato de una mujer”, recriminó.

‘Sentimos lo mismo’

Además de las horas que se para en una esquina, también dedica su tiempo a cuidar su figura para concursar en certámenes de belleza gay, donde ha logrado poner el nombre de México muy en alto, participando en competencias internacionales como lo fue Miss Internacional Trans, en Cartagena, Colombia.  

“ Hasta la fecha la sociedad no acepta que una se quiera expresar como una quiera vivir la vida, nosotras llevamos siempre una mala etiqueta ante la sociedad y ¡ya basta!, nosotras somos felices, somos seres humanos, comemos, reímos, lloramos, sentimos lo mismo que sienten ustedes”, aclaró.

Vulnerables

De acuerdo con el último informe anual presentado por el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBT, Coahuila se coloca como el tercer estado con mayor número de asesinatos contra este grupo de la población, con 14 asesinatos registrados de 2014 hasta la última emisión del informe a mediados del 2020.

El informe detalla que son las mujeres trans las principales víctimas de los crímenes de odio, concluyendo que quienes están mayormente expuestas son las trabajadoras sexuales, con un total de 27 asesinatos en el país durante el mismo margen de tiempo.

“ Quiero decirle a la sociedad que abran poquito su mente, su corazón y que entiendan que nosotras no somos el daño, están acabando con todas nosotras y ya basta de tanta violencia, de tanta discriminación, de tanta transfobia, ¡basta al transfeminicidio hacia nosotras!”, exhortó.