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Grupo Zócalo
Publicado el viernes, 16 de mayo del 2025 a las 04:02
Ciudad de México.- Durante más de 20 años, Svein Azcué forjó su carrera en Stellantis -antes conocida como FCA-, hasta convertirse en un ejecutivo con proyección internacional. Se había mudado a Estados Unidos tras aceptar una asignación para liderar el área de experiencia, pero entonces llegó una llamada desde China con una propuesta inesperada: dejar atrás la relativa estabilidad de una multinacional para tomar el timón de una marca china en crisis en México.
Contra todo pronóstico, Azcué aceptó. Regresó al país para asumir la dirección general de Grupo Chirey, convencido de que puede escribir una historia de éxito con una firma china. Azcué no llegó con discursos tibios. Desde su primer día, trazó una hoja de ruta ambiciosa: en seis meses, busca transformar por completo la operación de Chirey.
Con experiencia previa al frente de Mopar, la división de posventa de Stellantis, identificó los dos puntos más frágiles de la marca -producto y servicio- y comenzó a redibujar toda la estrategia.
El plan tiene dos pilares centrales. Primero, una renovación completa del portafolio de vehículos, que se ejecutará a lo largo de 2025 con al menos tres modelos inéditos y versiones mejoradas de los ya existentes. Segundo, una transformación profunda del servicio posventa, que es hoy la principal causa de queja entre los clientes y una de las razones detrás del desgaste de la red de distribuidores.
Un crecimiento inesperado en las ventas -hasta 4 mil unidades mensuales en el pico más alto-, provocó un colapso en la logística de partes. “La marca se vio enredada en la disponibilidad por colisiones. Planear para colisión es muy difícil”, dice Azcué. Los retrasos en entregas de refacciones -muchas traídas desde Asia con tiempos de hasta 90 días- dejaron a cientos de autos varados en talleres.
El reto de la posventa
Para revertir ese desgaste, el nuevo CEO ha buscado recuperar la confianza de los distribuidores. En las primeras semanas al frente de Chirey México, visitó personalmente más de 15 concesionarios en diferentes estados para escuchar directamente sus inquietudes. A partir de ese diálogo, replanteó los objetivos de venta, redujo cargas financieras y reforzó los canales de comunicación entre la red y la dirección.
La compañía ha creado el concepto coliving, una red unificada de distribuidores que integra las tres marcas del grupo -Chirey, Omoda y Jaecoo– bajo un mismo techo. “Lo que decidimos ahora es unirlas en este concepto coliving. Entonces, de repente ves que cerramos una agencia por ahí, pero es parte de la estrategia de construir una red fuerte y robusta, con el cliente en el centro”, explica.
Hoy, la marca cuenta con más de 90 distribuidores y talleres en México, con presencia en todos los mercados primarios y secundarios del país.
Mejor portafiolio
El otro gran frente es el producto. “Vamos a relanzar toda nuestra línea este año. Todos los modelos van a llegar nuevos. 2025 será un año lleno de lanzamientos”, anticipa Azcué.
Tiggo 4 Pro se ha convertido en la carta más reciente de Chirey para reforzar su portafolio en México. Este SUV compacto, renovado por dentro y por fuera, marca una nueva era para la familia Tiggo, que ya representa el 21% de las ventas totales de la marca en el país.
Además, la marca ya presentó el renovado Omoda C5 y el Tiggo 8 Pro, con tres filas de asientos desde 529 mil pesos. Y en las próximas semanas, llegará su primer “súper híbrido”, el Jaecoo 7 PHEV.
Grupo Chirey tiene más de 110 subsidiarias en el mundo, pero no todas son iguales. “Clasificamos los mercados por estrellas. México es un mercado cinco estrellas”, revela. Las razones: tamaño, cercanía con Estados Unidos, cultura exigente y valor estratégico. “Si tienes éxito aquí, es porque sabes adaptarte. México te obliga a escuchar al cliente”, dice.
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