Espectáculos

Publicado el sábado, 6 de diciembre del 2025 a las 03:15
Saltillo, Coah.- El sorteo del Mundial 2026 convirtió ayer al Kennedy Center de Washington D.C. en un verdadero escenario de gala. Entre figuras del deporte y líderes mundiales, la música se robó buena parte del protagonismo con un desfile artístico que fue de la solemnidad más exquisita al baile más descontracturado. Una ceremonia que quiso recordar que el futbol también es celebración, color y espectáculo.
La velada abrió con la voz majestuosa de Andrea Bocelli, que regaló una versión cargada de emoción de Nessun Dorma, despertando la primera ovación en un auditorio que aún buscaba su tono. Ese instante íntimo y solemne quedó atrás en cuanto Gianni Infantino dio inicio oficial al evento: el clima cambió con la entrada de Robbie Williams y Nicole Scherzinger, quienes presentaron Desire, el nuevo himno mundialista. Entre pantallas que mostraban hinchas alrededor del planeta y un Kennedy Center encendido, el dúo marcó el comienzo del costado más festivo del sorteo.
La conducción también aportó brillo y humor. Heidi Klum, Kevin Hart y Danny Ramírez mezclaron glamour, chispa y guiños futboleros. Hart incluso bromeó sobre la eterna pelea entre “futbol” y “soccer”, y dejó caer –antes de que Infantino lo frenara– que la final tendría un show de medio tiempo “taquillero”, algo que hizo sonreír a todo el auditorio.
La energía creció todavía más cuando Lauryn Hill tomó el escenario. La ganadora de ocho Grammys interpretó Doo Wop (That Thing)” con una banda explosiva, y sorprendió al invitar a sus hijos Zion y Joshua Omaru “YG” Marley. El trío encendió el ambiente con toques de soul y reggae, firmando el número más extenso de la jornada y preparando el terreno para lo que todo el mundo esperaba: la revelación de los grupos del torneo.
Ya con el fixture confirmado –incluida la zona que integrará México con Corea del Sur y Sudáfrica–, quedaba un último toque para cerrar la celebración. Y fue un regreso directo a la nostalgia mundial: Village People irrumpió con sus trajes icónicos para cantar Y.M.C.A. El Kennedy Center se transformó en pista de baile, brazos en alto, risas y un espíritu retro que contagió incluso a las autoridades presentes. Donald Trump, Claudia Sheinbaum y Mark Carney se pararon para cantar el coro final.
La previa tampoco se quedó atrás. Antes de que sonara la primera nota, Klum y Hart calentaron motores con humor y cercanía, marcando un tono de fiesta que se mantuvo hasta el último aplauso. La propia FIFA aprovechó el marco para entregar el flamante Premio de la Paz a Donald Trump, quien lo recibió asegurando que es “uno de los mayores honores” de su vida.
Así, entre arias históricas, pop global, soul vibrante y un cierre ochentoso inolvidable, el sorteo mundialista dejó un mensaje claro: en 2026, el fútbol quiere brillar dentro y fuera de la cancha. Y si esta gala fue un anticipo, el espectáculo ya empezó.
Notas Relacionadas
Hace 2 horas
Hace 3 horas
Hace 4 horas
Más sobre esta sección Más en Espectáculos
Hace 5 horas
Hace 6 horas
Hace 6 horas
Hace 6 horas
Hace 7 horas
Hace 7 horas
Hace 7 horas
Hace 7 horas
Hace 8 horas
Hace 8 horas
Hace 8 horas
Hace 9 horas