Como un hecho, se da la traición que en breve estaría haciendo el diputado Jericó Abramo hacia el PRI, partido que lo hizo regidor, funcionario municipal, alcalde, funcionario estatal y diputado federal.

Luego de la bravuconada que hace unos días lanzó y el nulo eco que esta tuvo tanto en la militancia del tricolor, como en otros grupos de poder, el legislador parece enfocar sus baterías hacia Morena, en donde la lista de aspirantes a lo mismo que él quiere es más larga que la de las pruebas Covid-19.

No se sorprenda entonces si pronto, el también empresario de las rentas cambia el color de su playera, como lo han hecho otros malagradecidos con sus institutos políticos cuando no ceden a sus caprichos.

Base de datos

Extrañados, a decir lo menos, andan maestros de las regiones Sureste y Laguna del estado por un correo electrónico que recibieron el lunes en donde un particular pone a su alcance la posibilidad de acceder a un crédito hasta por 30 mil pesos, con requisitos mínimos y prácticamente aprobado, pues no importa que sean deudores, no les checarán su historial en el Buró de Crédito.

El caso es que la información les llegó a correos institucionales y los maestros tienen la sospecha de que la base de datos pudo salir de la Secretaría de Educación, ¿se imaginan? Los mismos profes pidieron la intervención del titular de la dependencia, Francisco Saracho Navarro, quien por estos días se concentró en los preparativos para el regreso a clases presenciales.

Calladito, calladito

Muy calladito anduvo por estos días el expanista Reyes Flores Hurtado, quien ahora, como morenista, cobra como delegado de la Secretaría de Bienestar, del Gobierno federal en Coahuila.

En la misma dependencia federal corrió la versión de que el exdirigente del PAN Coahuila se tuvo que guardar en casa, luego de dar positivo a contagio por Covid-19.

Por lo pronto, el domingo dio señales de vida para recordar a Juan Ceballos Aspe, conocido periodista de La Laguna recientemente fallecido, y salvo aquella fotografía en la que hace mofa de un bolero que vestía una playera con el logotipo del PRI, la cual él mismo se encargó de filtrar, nada se sabía del funcionario de la 4T.

Sin nada

Con mucho sombrero, pero con las manos vacías, llegó a Frontera el senador Armando Guadiana Tijerina. Lo recibió el alcalde Roberto Clemente Piña Amaya, por estos días, de los morenistas más solicitados.

El senador acompañó al Edil en una reunión de lo que llamaron Consejo Educativo Empresarial, con todo y lo que ello signifique, y después en la puesta en marcha de una obra de pavimentación.

Buena la cortesía del Alcalde de recibir al legislador, pero hubiera estado mejor que, además del Stetson, hubiera llegado con recursos o el anuncio de alguna partida presupuestal extraordinaria para Frontera. Nada de eso. Pura grilla, como la que en el Senado de la República trae el coordinador morenista, Ricardo Monreal, a quien se le rebeló la mitad de la bancada.

En La Monarca

Desde la capital de Durango se reportó el exdiputado local Marcelo Torres Cofiño, quien se mantiene como delegado de la dirigencia nacional del PAN en aquella entidad y está a cargo de las negociaciones con el PRI, para tratar de armar la alianza electoral, ahora que se va a renovar la gubernatura.

Quién sabe si ande corto de viáticos, se haya querido dar baño de pueblo o ciertamente estén muy sabrosas las famosas gorditas La Monarca, pero el caso es que ahí almorzó el lunes con los senadores, también panistas, Gustavo Madero Muñoz y Héctor Flores Ávalos; este último, por cierto, es la carta de Acción Nacional para la eventual alianza.

Sin problema

Sin contratiempos, se espera la renovación de la dirigencia en la Asociación de Industriales y Empresarios de Ramos Arizpe, que por ahora y hasta marzo, cuando habrá elecciones internas, encabeza el joven empresario Mario Ricardo Hernández Saro.

Después de las condiciones en que se renovó la dirigencia regional de Canacintra, cuya telenovela, por cierto, todavía no acaba, en el resto de los organismos patronales pusieron cuidado para no caer en protagonismos, ni poner en riesgo la unidad que siempre los caracterizó.