Fuentes federales del más alto nivel en México no lo confirman, pero tampoco lo desmienten. En la trama que llevó a la captura, secuestro y traslado de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, y a su posterior traslado en avión al territorio de los Estados Unidos, está saliendo a relucir el nombre del gobernador morenista cuya relación con el cártel de Sinaloa ha sido referida en reportajes periodísticos y de la que saben en el Gobierno federal.
El Mandatario morenista, cercano al presidente López Obrador, habría al menos tenido conocimiento de las negociaciones y acuerdos que los integrantes del cártel sinaloense hicieron con la justicia de los Estados Unidos y que lo habría hecho sin el conocimiento del Gobierno federal. Esa información ya está en poder de las áreas de inteligencia del Gabinete de Seguridad, pero no se ha dado a conocer en espera de que el Gobierno de Estados Unidos responda a las peticiones de información que le ha realizado en varias ocasiones y por las vías oficiales el Gobierno de México.
Justo este 9 de agosto, en su conferencia mañanera, el presidente López Obrador volvió a reiterar su exigencia de información y acusó al Gobierno de Washington de no estar cooperando con México en ese tema: “No hay cooperación del Gobierno de Estados Unidos en este caso, es decir, no nos han dado información suficiente”, dijo el Mandatario mexicano, quien cumple ya 15 días desde que se conoció de la detención y traslado de los dos capos sinaloenses que fueron sustraídos al vecino del norte, solicitando que la Administración Biden le entregue información sobre cómo fue que se planeó y operó esta importante captura sin que lo supiera su Gobierno.
Este 9 de agosto también, el columnista Raymundo Riva Palacio publicó en su Estrictamente Confidencial que la detención del “Mayo” y del Chapito fue en realidad una “captura y extracción” en y del territorio mexicano, del que tuvieron conocimiento agencias y funcionarios de los Estados Unidos, para lo cual engañaron a Ismael Zambada, versión que también fue publicada por Alan Feuer, corresponsal de asuntos criminales del New York Times, quien el pasado 7 de agosto reportó que Zambada García “aparentemente fue secuestrado” por Guzmán López, cuando lo habían llevado supuestamente a mediar en una reunión entre políticos locales de Sinaloa. “En lugar de ello -dice Feuer- le tendieron una emboscada”, algo que también coincide con lo que fuentes del narco y del Gobierno de EU les revelaron a los periodistas Ioan Grillo y Juan Alberto Cedillo, quienes publicaron que el Mayo llegó confiado a la reunión con cuatro escoltas que hoy están en calidad de desaparecidos y que habrían sido asesinados.
Pero lo interesante es el dato que revela Riva Palacio en el que, a falta de información de Estados Unidos, las autoridades de seguridad e inteligencia en México han recabado para armar el rompecabezas, por instrucciones de López Obrador. Y ahí es donde brinca la participación de “un prominente político de Morena en Sinaloa, muy cercano al presidente López Obrador”, que según las fuentes de Raymundo, “le tendió una trampa a espaldas de todos, menos de los servicios policiales estadounidenses” al Mayo Zambada, “a cambio de negociar que él y su hijo, vinculados con el narcotráfico, no fueran detenidos ni procesados en aquel país”, dicen las fuentes del columnista.
Ese político, cuyo nombre se reserva Riva Palacio, “tiene una vieja relación con Zambada y fue quien negoció con él puestos de elección popular, principalmente en Sinaloa y Durango, así como apoyo del cártel a candidaturas del partido Morena”. Todo indica que en el Gobierno federal ya saben bien el nombre de ese alto político morenista de Sinaloa que habría negociado con los Estados Unidos para ayudar en la entrega del “Mayo”, en posible alianza o contubernio con los hijos del Chapo.
La pregunta es si darán a conocer o no el resultado de sus investigaciones o si el presidente López Obrador protegerá a su amigo sinaloense y seguirá esperando que le manden el informe oficial de la Casa Blanca.
Hablar de un político sinaloense, del más alto nivel, que mantiene relación o comunicación con el narco, sería hablar de muchos posibles nombres, pues de todos es sabido, tanto en Culiacán como en el Palacio Nacional, que ningún gobernador de las últimas décadas que haya llegado al cargo en Sinaloa, lo hizo sin el conocimiento y el aval de las cabezas del cártel sinaloense. Pero hay datos que pueden empezar a arrojar luz sobre cuál es el nombre de ese sinaloense tan cercano a López Obrador que aparece en la trama de la captura del “Mayo”, como el que engañó y traicionó al capo sinaloense para entregárselo a las agencias estadounidenses.
Uno de ellos es que las versiones que dicen que al “Mayo” lo bajaron de la sierra y lo llevaron a Culiacán para que mediara en una disputa entre dos políticos locales. El asesinato de Héctor Melesio Cuén, exrector de la UAS y diputado electo del PAN, que ocurrió justo el mismo día y casi a la misma hora que secuestraron al “Mayo”, y que se dijo era uno de los políticos convocados a esa junta “de mediación”.
Y el otro dato es el nombre de quien estaba peleado a muerte con Melesio Cuén, y quien había iniciado, desde el poder, una cacería y persecución penal y política en contra del grupo de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que lideraba el difunto Cuén.
Uniendo esos datos se puede adivinar el nombre que ya conocen bien en las áreas de inteligencia federal, pero que no han dado a conocer porque aún no lo autoriza el Presidente.
Las mismas fuentes federales que ni negaron ni confirmaron el nombre del Gobernador morenista que aparece metido de lleno en la trama del “Mayo”, afirman que “esta semana esperamos que llegue la respuesta del Gobierno de Estados Unidos” con la información al detalle de lo que sucedió y cómo se planeó e instrumentó el operativo que llevó a la captura de las dos cabezas directivas del cártel de Sinaloa.
Lo que falta por ver es si los dos gobiernos, tanto el de Estados Unidos como el de México, aceptan dar a conocer y confirmar dos elementos que resultan explosivos para los dos gobiernos y que pueden dinamitar la relación bilateral y comercial tan importante para los dos lados de la frontera.
El primero es si en México se conocerá el nombre de ese Gobernador morenista que engañó y traicionó al Mayo sin informar al presidente López Obrador y con el conocimiento del Gobierno de Estados Unidos; y el segundo, si en Washington llegan a aceptar que hubo una intervención de sus agentes en territorio mexicano.
Los dados mandan Escalera Doble. Buena semana y excelente fin para los amables lectores.
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